Economía lineal
La expresión Economía Lineal designa un modelo económico seguido desde la Revolución Industrial, que tiene como principio base el deshecho de los productos tras su utilización. De acuerdo con este modelo, todos los productos tienen ciclo lineal, que es iniciado con la extracción de las materias primas, el procesamiento y transformación en productos, su distribución y venta, su utilización y, finalmente, su desecho como residuos. En este modelo no existe, por lo tanto, cualquier previsión de reutilización o reaprovechamiento de los productos, por lo que, lo que antes eran productos o mercancías se convierte básicamente en basura. De hecho, el uso intensivo de recursos naturales ha sido históricamente hecho sin preocupaciones con los impactos ambientales, y sin atentar para posibilidades de reutilización de recursos que sean reaprovechables. Haciendo este deshecho en forma bruta de basura, materiales biológicos, tecnológicos y otros mezclados, dificultando su separación y posterior reaprovechamiento. Esa basura acaba entonces en vertederos sanitarios, incineradoras, o incluso también abandonado sin cualquier regla. Ocurre, por lo tanto, una pérdida de recursos que podrían ser reaprovechados, reciclados y volver al proceso productivo.
Esta característica del modelo de economía lineal lo hace muy ineficiente e insustentable, puesto que, tanto los recursos naturales, como las fuentes energéticas no son ilimitadas, pudiendo agotarse rápidamente, además de las consecuencias extremamente negativas a nivel ambiental.
El modelo lineal de producción ha dominado los sistemas industriales globales desde la Revolución Industrial. En la economía lineal, las materias primas y los recursos se extraen de la tierra en cualquier parte del mundo, se refinan o procesan y luego se transportan a las fábricas (muchas veces en lugares distintos a los de su origen), donde intervienen en procesos productivos que dan lugar a diversos productos. Estos, después, son transportados a sus destinos finales, comprados por los consumidores, usados y luego desechados cuando han terminado su vida útil, se vuelven obsoletos o son reemplazados por versiones más nuevas.
¿Y qué sucede con los productos que ya no se utilizan? En la economía lineal, la mayoría se llevan a vertederos o se incineran. Esto significa que solo una pequeña parte se recicla o es recuperada. El desperdicio y gasto de energía es importante y se va acumulando, lo que resulta en pérdidas significativas.
La cuestión es cómo se sostiene este sistema. En el sentido literal de la palabra, está claro que no es sostenible. Pero los bajos precios de los recursos y la mano de obra contribuyen a mantener la economía lineal.
¿Qué caracteriza la economía lineal?
La economía lineal se distingue por la facilidad para adquirir nuevos recursos y los bajos costes para eliminar los residuos. Se trata de un modelo obsoleto que está creando problemas para los negocios, la sociedad y nuestro planeta.
¿Cuáles son los riesgos de la economía lineal?
Estamos provocando un cambio climático peligroso mediante la quema de combustibles fósiles, el uso de fertilizantes y la tala de bosques, todo lo cual genera emisiones de gases de efecto invernadero.
¿Qué haces con el embalaje en el que recibes los productos que consumes? Lo habitual es desecharlos. A menudo, esto significa que se envían a un vertedero, se incineramos o se exportan al extranjero a destinos donde los materiales se pueden recuperar sin que el proceso se vea afectado por normas de seguridad estrictas.
Y no es lo peor. Cada año “extraemos alrededor de 90 mil millones de toneladas de recursos naturales para el consumo. Según las tendencias actuales, es probable que ese número se duplique para 2050.” Esto significaría que las más de 12 toneladas por cada persona del planeta que se emplean ahora podrían llegar a 24.
Además, reciclamos muy poco. Un reciente informe revela que recuperamos menos del 10 por ciento de nuestros recursos para convertirlos en nuevos productos. “En la Unión Europea se calcula que el reciclaje llega al 12 por ciento – 0,88 millones de toneladas recicladas de los 7,5 millones de toneladas de recursos utilizados cada año”.
Por los motivos expuestos, y como alternativa al modelo lineal, ha ido emergiendo un nuevo modelo designado economía circular, el cual hace hincapié en la reparación, reciclaje, reaprovechamiento y reutilización de forma a volver la economía y la vida en el planeta más sustentable. En este nuevo modelo, lo que antes era un residuo, ahora pasa a ser un recurso.