Rol y función del consultor
“En la abundancia de los consejeros están la sabiduría y la victoria”.
Mishlé - Libro de Proverbios 11.14
Si bien es cierto que soy un consultor, suelo decir que lo que más me representa es la idea de ser un Socio para pensar o un Thinking Partner.
Un socio para pensar
Se trata de una combinación de diferentes habilidades que responden a las de un consultor, un facilitador, un mediador, un estratega, un catalizador y un curador. Generalmente, somos personas que intentamos desafiar el pensamiento a partir de nuevos paradigmas desde un abordaje sistémico y asumiendo de antemano la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad, la ambigüedad y la fragilidad del sistema mundo, para después poder tomar las mejores decisiones.
Funciones y responsabilidades
- En primer lugar, asegurar –en todo momento– el profesionalismo junto con el cumplimiento de las consignas del taller.
- Acompañar al número uno, y a su equipo, en la tarea de poder abrazar el desafío y la incertidumbre de aquello que se proponen hacer y alcanzar juntos, en un clima de trabajo armónico y pacífico.
- Lograr que, a través de conversaciones y discusiones de calidad, los participantes del taller logren construir confianza y alcanzar los mínimos consensos necesarios sobre los temas esenciales para poder avanzar.
- Desafiar permanentemente el pensamiento sosteniendo la pregunta y la escucha activa, con el fin de lograr que surjan las mejores ideas, y de esa forma poder co- crear, co-iseñar y co -gestionar, entre todos, las mejores propuestas que podamos imaginar.
- Dejar capacidad instalada tanto en el número uno como en su equipo, para que puedan poner en marcha e implementar la estrategia organizacional y operativa en forma independiente y autónoma.
- Ayudar a los participantes a construir los diferentes escenarios y mapas dentro de los que se va a construir la estrategia, identificando los obstáculos que deberá enfrentar la organización, con el fin de poder anticiparse a los problemas y a las potenciales amenazas que puedan presentarse en el corto y mediano plazo.
- Identificar los potenciales riesgos que se puedan llegar a presentar durante el dictado del taller y, en consecuencia, elaborar juntos las propuestas para mitigarlos y controlarlos.
- Aplicarnos en cuento: lograr que a través de diferentes dinámicas de rol playing y respetando siempre las consignas del taller, quede capacidad instalada en los participantes para que aprendan a dialogar entre sí y a mantener discusiones de calidad con otros que piensan diferente, a partir de intentar alcanzar un mínimo consenso respecto de los temas esenciales para poder avanzar, construir una verdad de a dos, sin discutir, ni rivalizar, ni agredirse, respetando la singularidad de cada participante y la riqueza que reside en la diversidad del conjunto.
- En la medida de lo posible, estar atentos para evitar que se hagan presente la sombra, los puntos ciegos, los disvalores: aquellas cosas que nos dividen, las conductas inapropiadas, las decisiones arbitrarias, las acusaciones cruzadas, la ira, la rivalidad, los celos, la envidia y la culpa; y si se torna inevitable que esto suceda, entonces que sea lo más eventualmente posible y en su mínima expresión.
NO es rol ni función del consultor
“I am not a consultant, I am an insultant”
Peter Drucker
- Ser un terapeuta.
- Ser un espectador pasivo y complaciente.
- Ser un aplaudidor de malas ideas, o de propuestas con las que no esté de acuerdo para quedar bien.
- Ser un motivador-incentivador para elevar la autoestima del número uno y de los participantes del taller.
- Convertirse en un cómplice o “compinche” del número uno y de su equipo de colaboradores más cercano, para acompañar maniobras de manipulación que puedan llegar a poner en juego los objetivos que nos hemos propuesto alcanzar, la dignidad de alguna de las personas que trabajan en la organización, o de alguno de sus stakeholders.
- SÍ ES MI ROL impedir que durante taller se hagan presentes la pereza, la flojera, la banalidad, la frivolidad, la rivalidad, el facilismo intelectual, la arbitrariedad, la improvisación, la falta de sinceridad, la deshonestidad tanto a nivel intelectual como afectivo, y la mentira.