Diferencia entre revisiones de «Meta-pregunta»
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− | El prefijo "meta" significa, entre otras cosas, "más allá de". Por ejemplo, la palabra "metáfora" se refiere a "más allá del significado". Al hablar de meta-preguntas buscamos ir más allá de la pregunta que se está enunciando. | + | ''Una metapregunta es una pregunta que, por sobre todo, no exige una respuesta, sino que exige ser sostenida.'' |
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+ | El prefijo "meta" significa, entre otras cosas, "más allá de". Por ejemplo, la palabra "metáfora" se refiere a "más allá del significado". Al hablar de meta-preguntas buscamos ir más allá de la pregunta que se está enunciando. | ||
Las meta-preguntas no son aleatorias, sino que son preguntas que fueron pensadas para evaluar una situación determinada y con las cuales muchas veces se intenta ir más allá de lo aparente. Al comprender el verdadero alcance de la meta-pregunta y pensar en su intención más profunda, tendremos más posibilidades de dar una respuesta favorable, asertiva, certera, completa y profesional. Hacer esto requiere de energía, empatía y atención, pero vale la pena el esfuerzo. | Las meta-preguntas no son aleatorias, sino que son preguntas que fueron pensadas para evaluar una situación determinada y con las cuales muchas veces se intenta ir más allá de lo aparente. Al comprender el verdadero alcance de la meta-pregunta y pensar en su intención más profunda, tendremos más posibilidades de dar una respuesta favorable, asertiva, certera, completa y profesional. Hacer esto requiere de energía, empatía y atención, pero vale la pena el esfuerzo. | ||
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+ | De acuerdo con el filósofo y pensador argentino Santiago Kovadloff, “la filosofía es una pregunta. La pregunta no es una interrogación, es el estado de indeterminación o de caída en el que se encuentran las respuestas disponibles. Es una experiencia. La pregunta no es primordialmente una interrogación, es una situación en la que se encuentra la existencia humana. Si entendemos que preguntar es encontrarse en una situación de desamparo, no vamos a poder llamar preguntas a ciertas interrogaciones convencionales del estilo: ¿Qué hora es? o ¿A qué hora me dijiste que viniste? o ¿Venís mañana o pasado? Esas no son preguntas. No son preguntas, no porque las subestimemos, sino porque ya tienen una respuesta previamente constituida. Si yo pregunto: ¿Qué hora es?, hay alguien que lo sabe, por lo tanto, se trata de un desconocimiento de un saber disponible, ahí no hay pregunta. Filosóficamente hablando, solo hay pregunta donde la respuesta tiene que ser organizada, creada y buscada responsablemente y de manera indelegable por cada uno de nosotros. | ||
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+ | Cuando Kant dice que la filosofía propone preguntas porque no brinda ninguna respuesta previamente constituida a ella, dice: ''¿por qué debo morir?, ¿quién soy?, ¿qué es la libertad? ¿Para qué existo?'' Éstas no son preguntas que cuenten con respuestas previamente disponibles. Cuando la pregunta auténtica surge, surge en la persona la necesidad de construir o reconstruir un mundo de respuestas, que al mismo tiempo, lo pongan como un ser subjetivamente responsable”. | ||
De modo que las meta-preguntas nunca deben responderse rápidamente como si fueran un problema que debemos sacarnos de encima cuánto antes, ansiosos por el alcanzar el resultado esperado. Por el contrario, es necesario no solo pensar en la meta-pregunta, sino también en las preguntas que se desprenden de la misma como una manera de mostrar el valor que se le asigna a la reflexión, con la convicción de que cada respuesta que vayamos alcanzando nos va a acercar más a nuestra meta. | De modo que las meta-preguntas nunca deben responderse rápidamente como si fueran un problema que debemos sacarnos de encima cuánto antes, ansiosos por el alcanzar el resultado esperado. Por el contrario, es necesario no solo pensar en la meta-pregunta, sino también en las preguntas que se desprenden de la misma como una manera de mostrar el valor que se le asigna a la reflexión, con la convicción de que cada respuesta que vayamos alcanzando nos va a acercar más a nuestra meta. |
Revisión actual del 17:19 7 jul 2023
Una metapregunta es una pregunta que, por sobre todo, no exige una respuesta, sino que exige ser sostenida.
El prefijo "meta" significa, entre otras cosas, "más allá de". Por ejemplo, la palabra "metáfora" se refiere a "más allá del significado". Al hablar de meta-preguntas buscamos ir más allá de la pregunta que se está enunciando.
Las meta-preguntas no son aleatorias, sino que son preguntas que fueron pensadas para evaluar una situación determinada y con las cuales muchas veces se intenta ir más allá de lo aparente. Al comprender el verdadero alcance de la meta-pregunta y pensar en su intención más profunda, tendremos más posibilidades de dar una respuesta favorable, asertiva, certera, completa y profesional. Hacer esto requiere de energía, empatía y atención, pero vale la pena el esfuerzo.
De acuerdo con el filósofo y pensador argentino Santiago Kovadloff, “la filosofía es una pregunta. La pregunta no es una interrogación, es el estado de indeterminación o de caída en el que se encuentran las respuestas disponibles. Es una experiencia. La pregunta no es primordialmente una interrogación, es una situación en la que se encuentra la existencia humana. Si entendemos que preguntar es encontrarse en una situación de desamparo, no vamos a poder llamar preguntas a ciertas interrogaciones convencionales del estilo: ¿Qué hora es? o ¿A qué hora me dijiste que viniste? o ¿Venís mañana o pasado? Esas no son preguntas. No son preguntas, no porque las subestimemos, sino porque ya tienen una respuesta previamente constituida. Si yo pregunto: ¿Qué hora es?, hay alguien que lo sabe, por lo tanto, se trata de un desconocimiento de un saber disponible, ahí no hay pregunta. Filosóficamente hablando, solo hay pregunta donde la respuesta tiene que ser organizada, creada y buscada responsablemente y de manera indelegable por cada uno de nosotros.
Cuando Kant dice que la filosofía propone preguntas porque no brinda ninguna respuesta previamente constituida a ella, dice: ¿por qué debo morir?, ¿quién soy?, ¿qué es la libertad? ¿Para qué existo? Éstas no son preguntas que cuenten con respuestas previamente disponibles. Cuando la pregunta auténtica surge, surge en la persona la necesidad de construir o reconstruir un mundo de respuestas, que al mismo tiempo, lo pongan como un ser subjetivamente responsable”.
De modo que las meta-preguntas nunca deben responderse rápidamente como si fueran un problema que debemos sacarnos de encima cuánto antes, ansiosos por el alcanzar el resultado esperado. Por el contrario, es necesario no solo pensar en la meta-pregunta, sino también en las preguntas que se desprenden de la misma como una manera de mostrar el valor que se le asigna a la reflexión, con la convicción de que cada respuesta que vayamos alcanzando nos va a acercar más a nuestra meta.
Para poder responder a las preguntas vinculadas con el Propósito, la Misión, la Visión y los Valores de la organización, debemos primero comprender que nos encontramos frente a meta-preguntas. Esto implica que debemos intentar ir más allá de la pregunta misma, para preguntarnos:
- ¿Cuál es el motivo de esta pregunta?
- ¿Qué busca evaluar esta pregunta?
- ¿Cuál es la verdadera pregunta que hay detrás de esta otra pregunta aparente?
- ¿Qué otras competencias se están evaluando en esta pregunta además de las evidentes?
Al abordar el desafío de abrazar el misterio que siempre nos plantean las meta-preguntas, el solo hecho de animarnos a preguntarnos de esta forma nos va a dar más y mejores alternativas de encontrar respuestas favorables que si directamente y simplemente nos dedicamos a responderlas.