Diferencia entre revisiones de «Cuidado»

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Si, en el transcurso de la vida, todo lo que emprende no lo hace con cuidado, acabará por perjudicarse a sí mismo y por destruir todo lo que se halla a su alrededor. Por eso, el cuidado debe ser entendido en la línea de la esencia humana, de lo que responde a la pregunta qué es el ser humano. El cuidado debe estar presente en todo.
 
Si, en el transcurso de la vida, todo lo que emprende no lo hace con cuidado, acabará por perjudicarse a sí mismo y por destruir todo lo que se halla a su alrededor. Por eso, el cuidado debe ser entendido en la línea de la esencia humana, de lo que responde a la pregunta qué es el ser humano. El cuidado debe estar presente en todo.
  
'''El cuidado un modo de ser-en-el-mundo'''
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'''El cuidado: un modo de ser-en-el-mundo'''
  
 
Según [https://es.wikipedia.org/wiki/Leonardo_Boff Leonardo Boff], el cuidado es algo más que un acto singular o una virtud: es un modo-de-ser; esto es, la forma en que la persona humana se estructura y realiza en el mundo con los otros. O mejor todavía: es un modo de ser-en-el-mundo que funda las relaciones que se establecen con todas las cosas.
 
Según [https://es.wikipedia.org/wiki/Leonardo_Boff Leonardo Boff], el cuidado es algo más que un acto singular o una virtud: es un modo-de-ser; esto es, la forma en que la persona humana se estructura y realiza en el mundo con los otros. O mejor todavía: es un modo de ser-en-el-mundo que funda las relaciones que se establecen con todas las cosas.

Revisión actual del 16:37 5 nov 2024

Definición RAE:

1. Solicitud y atención para hacer bien algo.

2. Acción de cuidar (‖ asistir, guardar, conservar).

Cuidado es la acción de cuidar (preservar, guardar, conservar, asistir). El cuidado implica ayudarse a uno mismo o a otro ser vivo, tratar de incrementar su bienestar y evitar que sufra algún perjuicio. También es posible cuidar objetos (como una casa) para impedir que ocurran incidentes tales como daños y robos.

Cuidar, más que un acto, es una actitud de ocupación, de preocupación, de responsabilidad y de involucrarse afectivamente con el otro. El filósofo que mejor percibió la importancia esencial del cuidado, Martin Heidegger (1889-1976), dice en su obra Ser y Tiempo: “Desde el punto de vista existencial, el cuidado se encuentra a priori, antes de toda actitud y situación del ser humano, lo que significa decir que el cuidado está presente en toda actitud y situación de hecho”.

Así, el cuidado se encuentra en la raíz originaria del ser humano, antes de que él haga cualquier cosa. Y cuando el hombre hace algo, su hacer siempre viene acompañado e imbuido de cuidado. Esto implica reconocer el cuidado como un modo-de-ser esencial. Sin el cuidado, el hombre deja de ser humano. Si no recibe cuidado, desde el nacimiento hasta la muerte, se desarticula, se debilita, pierde sentido y muere.

Si, en el transcurso de la vida, todo lo que emprende no lo hace con cuidado, acabará por perjudicarse a sí mismo y por destruir todo lo que se halla a su alrededor. Por eso, el cuidado debe ser entendido en la línea de la esencia humana, de lo que responde a la pregunta qué es el ser humano. El cuidado debe estar presente en todo.

El cuidado: un modo de ser-en-el-mundo

Según Leonardo Boff, el cuidado es algo más que un acto singular o una virtud: es un modo-de-ser; esto es, la forma en que la persona humana se estructura y realiza en el mundo con los otros. O mejor todavía: es un modo de ser-en-el-mundo que funda las relaciones que se establecen con todas las cosas.

Cuando decimos ser-en-el-mundo, no hablamos de una determinación geográfica como estar en la naturaleza, junto con las plantas, los animales y otros seres humanos. Esto puede estar incluido, pero la comprensión del ser-en-el-mundo es algo más profundo. Significa una forma de ex-istir y co-existir, de estar presente, de navegar por la realidad y de relacionarse con todas las cosas. En esta co-existencia y con-vivencia, en esa navegación y en ese juego de relaciones, el ser humano va construyendo su propio ser, su propia autoconciencia y su propia identidad.

A través del cuidado no vemos como objetos a la naturaleza y a todo lo que en ella existe. La relación no es sujeto-objeto sino sujeto-sujeto. Experimentamos a los seres como sujetos, como valores, como símbolos que remiten a una dimensión fundacional. La naturaleza no es muda. Habla y evoca. Emite mensajes de grandeza, belleza, perplejidad y fuerza. El hombre puede escuchar e interpretar esas señales. Se coloca al pie de las cosas, junto a ellas, y a ellas se siente unido. No sólo existe, sino que co-existe con todos los otros. La relación no es de dominio sobre, sino de con-vivencia. No se trata de mera intervención en la naturaleza sino interacción y comunión con los otros seres.

Beneficios del cuidado

  • Cuidarse a uno mismo y a los demás refuerza el sentido de seguridad y pertenencia, brindando una base para una vida emocional equilibrada y saludable.
  • El cuidado es la base de relaciones familiares, amistades y sociedades sanas. La empatía y la atención a las necesidades de otros ayudan a construir lazos sólidos y significativos.
  • Cuidar el entorno y los recursos naturales contribuye a preservar el planeta para las generaciones futuras, respetando los ciclos de la naturaleza y evitando el agotamiento de los recursos.
  • Al asumir la responsabilidad de cuidar, las personas refuerzan su sentido de identidad, respeto por la vida y una comprensión más profunda de su rol en el mundo.
  • Cuidar permite construir una sociedad más inclusiva y colaborativa, donde cada miembro reconoce su interdependencia con el resto.

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