Principio de contra-aleatoriedad
La aleatoriedad está asociada a todo proceso cuyo resultado no sea previsible, más que en razón de la intervención del azar. El resultado de todo suceso aleatorio no puede determinarse en ningún caso antes de que este se produzca. El estudio de los fenómenos aleatorios queda dentro del ámbito de la teoría de la probabilidad y, en un marco más amplio, en el de la estadística.
La palabra aleatorio se usa para expresar una aparente carencia de propósito, causa, u orden. El término aleatoriedad se usa a menudo como sinónimo para un número de propiedades estadísticas medibles, tales como la carencia de tendencias o correlación.
La aleatoriedad ocupa un lugar importante en la ciencia y la filosofía.
Aleatoriedad contra impredecibilidad
Algunos sostienen que la aleatoriedad no debe confundirse con la impredicibilidad práctica, una idea que está relacionada con el uso ordinario del término “predicción”. Algunos sistemas matemáticos, por ejemplo, pueden verse como aleatorios; sin embargo, son de hecho impredecibles. Esto se debe a una dependencia sensible de las condiciones iniciales.
Muchos fenómenos aleatorios pueden exhibir características organizadas a algunos niveles. Por ejemplo, mientras la media porcentual del incremento de la población humana es bastante predecible, en términos sencillos, el intervalo real de los nacimientos y muertes individuales no se pueden predecir.
Esta aleatoriedad a pequeña escala se encuentra en casi todos los sistemas del mundo real. La ley de Ohm y la teoría cinética de los gases son estadísticamente descripciones reales de cálculos (por ejemplo, el resultado neto o la integración) de vastas cantidades de números de eventos individuales atómicos, cada uno de los cuales son aleatorios, y ninguno de ellos son individualmente predecibles.
Los sistemas caóticos son impredecibles en la práctica debido a su extrema dependencia de las condiciones iniciales. Si son o no impredecibles en términos de la teoría de la computabilidad es objeto de actuales investigaciones. Al menos en algunas disciplinas, la noción de la aleatoriedad termina siendo identificada con impredecibilidad computacional.
Se requiere la impredecibilidad en algunas aplicaciones, tales como los múltiples usos de los números aleatorios en la criptografía. En otras aplicaciones, como el modelado o la simulación, la aleatoriedad estadística es esencial, pero la predictibilidad también sirve de ayuda (por ejemplo, cuando se ejecutan repetidamente simulaciones o pruebas de reconocimiento, puede ser muy útil poder volver a ejecutar el modelo con la entrada aleatoria exacta numerosas veces).
Lidiar sensiblemente con la aleatoriedad es un problema duro para la ciencia moderna, las matemáticas, la psicología y la filosofía. Definirlo adecuadamente para los propósitos de una disciplina resulta dificultoso. Incluso distinguiendo entre la aparente aleatoriedad y la verdadera, no ha resultado sencillo. Algunos filósofos han discutido que no hay aleatoriedad en el universo, solo imprevisibilidad. Otros encuentran la distinción sin sentido.
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