Empresa social
Una empresa social brinda una manera eficaz y directa de acceder a un proceso de inclusión a personas sin oportunidades, colocando al individuo en el centro de la solución. Esta filosofía de las empresas sociales en el mundo entero ha sido reconocida como una manera genuina de ayudar a que esas personas puedan aspirar a salir de la pobreza por medio de la autogestión.
Una empresa social es un constante desafío frente a la tradición asistencial que nos guió durante mucho tiempo: es plantear el trabajo vs. la asistencia; la exclusión cultural vs. el acceso a la información y el desarrollo personal. Un concepto que está guiado por una base de empresa social que pueda brindar soluciones duraderas a personas que sufren una problemática de carencia de oportunidades y puedan aspirar a una vida digna con su propio esfuerzo.
En el contexto socio-económico de los países subdesarrollados, la economía social es aquella economía que se desarrolla en las márgenes de los grandes nudos de acumulación de capital. Prioriza los procesos autogestivos, las relaciones solidarias y lo común por sobre la individual, con un compromiso de lazos comunitarios que operan sobre y con las capacidades de las personas.
La empresa social se presenta como una herramienta de cambio de relación entre la experiencia asociativa y el mercado, y se consolida como una forma de organización alternativa que genera valores económicos y sociales al mismo tiempo, con la convicción de que su sistema de valores está liderado por lazos de cooperación social y rescatando capacidades de personas excluidas. Muchas de las personas que participan en este nuevo modelo empresarial, son personas con enormes capacidades, energías desaprovechadas, ocultadas por la tenebrosa perspectiva de dependencia institucionalizada que genera el asistencialismo: produce dependencia y subordinación ante la necesidad. Estos mecanismos reducen al individuo al nivel de asistido. Y justamente, la empresa social busca romper la relación entre asistido-experto; no trabajar para las personas sino con las personas.
Podría definirse como una organización formada por personas que se vinculan para un objetivo común (la empresa social), y que genera cambios sociales a través del mercado. También como una organización con gestión empresarial que produce bienes y/o servicios destinados a ser comercializados en el mercado abierto; cuya finalidad es la promoción humana y la integración social de personas en situación de desventaja física, psíquica, económica y social, basada en el concepto de solidaridad social. Estos grupos de personas excluidas de oportunidades participan de forma directa y concreta en el circuito económico y social que desarrolla la empresa social, y reciben un ingreso directo a través de la autogestión. Los miembros de la organización que participan en su funcionamiento no revisten el carácter de miembros voluntarios, sino que reciben una retribución de acuerdo al trabajo aportado.
Principales características de las empresas sociales
- Poseer y/o promover un modelo de gestión participativo.
- Cuando generan excedentes, los reinvierten en beneficio de su grupo objetivo, la comunidad en la que operan o en algún tipo de acción comunitaria ligada a su actividad.
- Trabajar para lograr la sostenibilidad económica y social a través de la actividad productiva que llevan a cabo.
El concepto está bien enraizado en países europeos y se traduce en experiencias con alto impacto social, asociativo y económico. Hasta existen holdings de empresas sociales, como Big Life Company en Inglaterra que reúne a diez empresas o Pro-Poor Sport en Austria, o cooperativas sociales de alto impacto en Italia, donde se aprobó una ley de “cooperativas sociales” en 1991 y en cinco años, habían facturado más de 125 millones de dólares integrando a cientos de personas que antes tenían como destino volver a la cárcel, a la asistencia, al abandono, ocasionando gastos sociales muchos más grandes que la ayuda que –en realidad sin erogaciones importantes- el Estado ha ofrecido a las cooperativas sociales.
Hablar de empresas sociales significa ayudar a personas que presentan obstáculos de entrar en el mercado de trabajo. Pero también significa que el Estado y el sector privado puedan intervenir permitiendo las condiciones que posibiliten el desarrollo de estas empresas: dar capacitación en términos de mercado, capital inicial, crédito, etc., que el Estado inglés y otros como el alemán o el francés, cubren y promueven desde hace más de una década.
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