Horizontalidad del poder
Horizontalidad del poder
La horizontalidad del poder implica crear y desarrollar o esforzarse por mantener estructuras de poder y relaciones humanas no jerárquicas.
El concepto está relacionado con la corriente de pensamiento anarquista, para quienes la horizontalidad es un factor necesario para la libertad real, ya que con jerarquía o con autoridades al mando no existe una libertad auténtica, sino sólo un simulacro o una libertad en abstracto.
Cercano a este concepto está el de descentralización de las estructuras de poder tanto económico como político.
No se trata de igualar, sino de empoderar a todos al hacerlos, o permitir hacerlos, partícipes directos y activos de los procesos de toma de decisiones y de las acciones que les afectan. La horizontalidad va entrelazada con la palabra igualdad, tanto económica como de poder. Es decir, implica que no haya personas que digan qué hacer, cuál es la obligación, y qué hay que cumplir, sino que sea necesario llegar a acuerdos y compromisos mutuos.