Medición de Impacto
Medición de Impacto
Toda actividad humana tiene un impacto sobre su entorno. Este impacto puede ser positivo o negativo. El llamado impacto ambiental o social se refiere al efecto que produce una determinada acción humana sobre el medio ambiente y sobre la sociedad. Para medir este impacto y la sostenibilidad del ecosistema, se han creado la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) de acuerdo a indicadores de desarrollo sostenible. Tales indicadores apuntan a resolver el conflicto entre una vida humana sostenible y la integridad de la naturaleza.
Estos indicadores miden el impacto medioambiental, como congestión del tráfico, calidad del aire y el agua, generación y reciclado de basuras; el impacto social, como niveles de pobreza (porcentaje de hogares sin electricidad o agua, nivel de educación), responsabilidad civil y deseo de participar en la toma de decisiones, planes de seguridad de la salud, rango de abandono de la escuela secundaria y rango de abuso de sustancias; e impacto económico, como disponibilidad de viviendas, salario mínimo, empleo y desempleo.
Impacto sobre el medioambiente
Los impactos sobre el medioambiente de las actividades económicas, las guerras y otras acciones humanas, potenciadas por el crecimiento demográfico y económico, son en general negativos. Suelen consistir en pérdida de biodiversidad, en forma de empobrecimiento de los ecosistemas, contaminación, contracción de las áreas de distribución de las especies e incluso extinción de razas locales o especies enteras.
Impacto sobre el medio social
Los impactos sobre el medio social afectan a distintas dimensiones de la existencia humana, a nivel cultural, como por ejemplo la destrucción de yacimientos arqueológicos por las obras públicas, o la inmersión de monumentos y otros bienes culturales por los embalses, etc. Mientras que las innovaciones económicas pueden forzar cambios técnicos y generar la pérdida de saberes tradicionales.
Aspecto técnico y aspecto legal
El término impacto ambiental se utiliza en dos campos diferenciados, aunque relacionados entre sí: el ámbito científico-técnico y el jurídico-administrativo. El primero ha dado lugar al desarrollo de metodologías para la identificación y la valoración de los impactos ambientales, incluidas en el proceso ya mencionado y que se conoce como Evaluación de Impacto Ambiental; el segundo ha producido toda una serie de normas y leyes que obligan a la declaración de impacto ambiental y ofrecen la oportunidad, no siempre aprovechada, de que un determinado proyecto pueda ser modificado o rechazado debido a sus consecuencias ambientales. Gracias a las evaluaciones de impacto, se estudian y predicen algunas de las consecuencias ambientales, esto es, los impactos que ocasiona una determinada acción, permitiendo evitarlas, atenuarlas o compensarlas.