Meta-pregunta
El prefijo "meta" significa, entre otras cosas, "más allá de". Por ejemplo, la palabra "metáfora" se refiere a "más allá del significado". Al hablar de meta-preguntas buscamos ir más allá de la pregunta que se está enunciando.
Las meta-preguntas no son aleatorias, sino que son preguntas que fueron pensadas para evaluar una situación determinada y con las cuales muchas veces se intenta ir más allá de lo aparente. Al comprender el verdadero alcance de la meta-pregunta y pensar en su intención más profunda, tendremos más posibilidades de dar una respuesta favorable, asertiva, certera, completa y profesional. Hacer esto requiere de energía, empatía y atención, pero vale la pena el esfuerzo.
De modo que las meta-preguntas nunca deben responderse rápidamente como si fueran un problema que debemos sacarnos de encima cuánto antes, ansiosos por el alcanzar el resultado esperado. Por el contrario, es necesario no solo pensar en la meta-pregunta, sino también en las preguntas que se desprenden de la misma como una manera de mostrar el valor que se le asigna a la reflexión, con la convicción de que cada respuesta que vayamos alcanzando nos va a acercar más a nuestra meta.
Para poder responder a las preguntas vinculadas con el Propósito, la Misión, la Visión y los Valores de la organización, debemos primero comprender que nos encontramos frente a meta-preguntas. Esto implica que debemos intentar ir más allá de la pregunta misma, para preguntarnos:
- ¿Cuál es el motivo de esta pregunta?
- ¿Qué busca evaluar esta pregunta?
- ¿Cuál es la verdadera pregunta que hay detrás de esta otra pregunta aparente?
- ¿Qué otras competencias se están evaluando en esta pregunta además de las evidentes?
Al abordar el desafío de abrazar el misterio que siempre nos plantean las meta-preguntas, el solo hecho de animarnos a preguntarnos de esta forma nos va a dar más y mejores alternativas de encontrar respuestas favorables que si directamente y simplemente nos dedicamos a responderlas.