Economía verde
Una Economía Verde es un sistema de actividades económicas relacionadas con la producción, distribución y consumo de bienes y servicios que resulta en mejoras del bienestar humano en el largo plazo, sin, al mismo tiempo, exponer las generaciones futuras a riesgos ambientales y escasez ecológicas significativas.
Una economía verde es caracterizada por un substancial aumento de las inversiones en sectores verdes, apoyadas por reformas políticas que sean instrumentales para esto. Estas inversiones, tanto públicas como privadas, ofrecen un mecanismo para la reingeniería de los negocios, de la infraestructura, de las instituciones y la adopción de procesos de producción y consumo sostenibles. Dicha reingeniería conduce a una mayor participación de los sectores verdes en el PIB, más y decentes empleos verdes, menor uso de energía y materiales en la producción, menor generación de desechos y contaminación y emisiones de gases de efecto invernadero muchas más bajas.
La Iniciativa de Economía Verde lanzada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en octubre de 2008, estuvo enfocada en aprovechar las oportunidades que este nuevo concepto de economía verde tiene para ofrecer.
Se buscó lograr dos resultados: 1. presentar el caso macroeconómico “más allá de las anécdotas” para fomentar la inversión en los sectores que producen productos y servicios amigables con el ambiente o que mejoran el ambiente (“inversiones verdes”). Por un “caso macroeconómico” se hizo referencia a la contribución de las inversiones verdes al crecimiento de la producción y empleo. 2. la iniciativa intentó ofrecer orientación sobre como potenciar las inversiones verdes a favor de los pobres. El objetivo fue motivar y facilitar que los políticos apoyen el aumento de las inversiones tanto en el sector público como en el privado.
Tuvo el objetivo de asesorar a los países para enverdecer sus economías, trabajando con una gran variedad de socios para ofrecer análisis económicos y productos de investigación de punta. Abarcó una gran cantidad de aspectos que van desde: eficiencia energética en edificios nuevos y existentes; tecnologías de energías renovables, como eólica, solar, geotérmica y de biomasa; tecnologías de transportes sostenibles, como vehículos híbridos, ferrocarriles de alta velocidad y sistema de buses de tránsito rápido; “infraestructura verde” de recursos naturales, incluyendo agua dulce, bosques y suelos; y agricultura sostenible, incluyendo la producción orgánica.
Las actividades del PNUMA GEI incluyeron el brindar asesoría a los países interesados en enverdecer sus economías; la producción de productos de investigación, como el Informe de Economía Verde, la serie de informes sobre la Economía de los Ecosistemas y la Biodiversidad (TEEB, por sus siglas en inglés) y el Informe de Trabajos Verdes y el comprometer a los socios para promover e implementar eficazmente estrategias de economía verde.