Principio del mínimo consenso
Traducción de un articulo de Joss Tantram
"Nosotros construimos demasiados muros y no suficientes puentes". - Isaac Newton
¿Cuántas veces podemos decir honestamente que realmente estamos de acuerdo 100 por ciento con otra persona sobre un tema? A menudo esto se debe a que la búsqueda de los puntos de desacuerdo con otras personas es una de las maneras que establecemos legitimidad y experiencia, además de nuestro sentido del yo.
En pocas palabras, mientras que podríamos estar casi totalmente de acuerdo con alguien sobre un tema, también podemos estar motivados para encontrar y resaltar los matices de dónde y cómo nuestra comprensión nos proporciona un análisis más preciso, pragmático o relevante.
La intención de este comportamiento es bastante clara: nos permite sentirnos bien con nosotros mismos y superior a los demás como un aspecto de nuestra contribución. Sin embargo, el resultado público de esta forma de actuar puede impedir el progreso. Al poner de relieve y centrarse en los puntos de menor importancia, se puede minar la posibilidad de consenso y la acción en cosas realmente importantes.
En el marco de la sostenibilidad, la práctica de discutir los matices de todo es bastante agravante y perversa. Son muchos los que acuerdan con que la actual configuración de los negocios es insostenible, que el capitalismo y la forma de crear valor deben cambiar, y que la humanidad necesita responder con rapidez, de manera innovadora y creativa con el fin de construir un mundo equitativo, flexible y sostenible . A pesar de esto, también argumentan interminablemente sobre por qué resulta imposible o muy difícil implementar los cambios necesarios, poniendo nuevos objetivos por delante.
¿Qué niveles de consenso qué necesitamos para trabajar juntos?
Para reducir el tiempo que pasamos en desacuerdo por cosas que son mucho menos importantes que las cosas sobre las que estamos de acuerdo, un enfoque potencial es considerar el grado de consenso que se requiere en una situación dada. Preguntarnos:'¿Qué es lo que realmente necesitamos acordar para trabajar juntos?
Los niveles de consenso deseado para la acción colectiva se pueden explorar haciendo otras preguntas acerca de trabajar juntos:
• ¿Queremos trabajar juntos?
• ¿Cuál es el propósito ?
• ¿Cuáles son los beneficios?
• ¿Qué necesitamos para acordar?
• (Y a la inversa) ¿Sobre qué podemos estar en desacuerdo?
Dado que las respuestas a las preguntas anteriores determinan el potencial del trabajo conjunto, las siguientes preguntas perfeccionan los niveles de consenso que podrían ser necesarios:
• ¿Comprendemos y compartimos nuestro enfoque y propósito?
• ¿Hay temas que no están acordados?
• ¿Qué cosas son lo suficientemente buenas?
• ¿Qué partes no son lo suficientemente buenas y deben ser revisadas?
• ¿Qué tenemos que compartir para que el trabajo conjunto sea posible?
•¿Qué debemos callar para que lo mejor no sea enemigo de lo bueno?
• ¿Cuál es un punto de quiebre más allá del cual no seremos capaz de contribuir de manera constructiva?
• ¿Cuándo es el momento de dejar de hablar y hacer algo porque ya estamos bastante de acuerdo?
Consenso mínimo y máximo
Si realmente queremos hacer una contribución positiva a un futuro sostenible, tenemos que ir más allá de nuestros egos y averiguar exactamente los niveles de consenso que se requieren para una acción conjunta.
Hay muchas definiciones de consenso, pero tomemos aquella que define el consenso como: "Acuerdo general, caracterizado por la ausencia de oposición sostenida a cuestiones sustanciales por cualquier parte importante de los actores involucrados."
Una descripción directamente aplicable al principio del consenso relacionado con el desafío del desarrollo sostenible fue articulada por el autor, académico y político Michael Ignatieff, quien definió minimalismo como una perspectiva capaz de aceptar el hecho de que "gente de diferentes culturas pueden continuar en desacuerdo acerca de lo que es bueno, pero sin embargo estar de acuerdo sobre lo que es inaceptable y está indiscutiblemente mal."
El rol del consenso en el cambio es complejo. A través de la historia humana el cambio ha tenido lugar con frecuencia a instancias o por capricho de individuos que han tenido la oportunidad y la capacidad de tomar decisiones sin tener en cuenta las opiniones y las consecuencias para otros.
Para quienes tenemos la suerte de vivir en países democráticos que buscan alguna forma de consenso, poder dar nuestro punto de vista se relaciona directamente con nuestro concepto de libertad.
Del mismo modo, la mayoría de quienes estamos interesados en contribuir a un mundo sostenible y equitativo innatamente creemos que el consenso es un componente fundamental de lograr un cambio: no se puede tener un mundo equitativo, donde se escuchan sólo ciertas voces.
Buscando el mínimo consenso
Cada proceso exitoso que involucró a múltiples stakeholders comenzó con el desarrollo de un nivel adecuado de consenso. Esto significa que todo el mundo estuvo de acuerdo en cumplir con el nivel de consenso necesario para la consecución de un objetivo común. Podían estar en desacuerdo en muchas cosas, pero el desacuerdo no era más grande que el propósito más amplio de su trabajo conjunto.
Si queremos lograr un mundo sostenible y equitativo, tenemos que trabajar juntos. Para eso resulta clave encontrar los puntos fundamentales de consenso y el propósito compartido. Está claro que a nivel mundial, los seres humanos muestran un grado sorprendente de acuerdo sobre lo que aspiran para ellos y sus hijos. Una mirada a la Encuesta Mundial de Valores ofrece un amplio testimonio de ello.
El desarrollo y la aplicación del principio de consenso mínimo podría ser una manera de comenzar a hacer realidad esta necesidad de cambio sobre la que acordamos.