Interdependencia
Interdependencia
En el pasado, se nos enseñaba a ver el mundo como a un conjunto de países que ocupaban distintos territorios y cuyos intereses, problemas y preocupaciones interferían ocasionalmente. Se suponía que no había vínculos reales entre los países, más allá de los establecidos ex profeso por los gobiernos y por las personas. Creíamos ser “independientes”. Sin embargo, en el último siglo, estas idas han cambiado y hoy se habla de “interdependencia”, porque donde sea que vivamos, todos estaremos relacionados con las otras partes del planeta.
En nuestra sociedad cada vez más mundializada, los lugares, los acontecimientos, los problemas y las personas están interconectados por una red compleja de relaciones, cuyo equilibrio es complejo e inestable. La comprensión de esta interdependencia nos permite percibir lo sistémico del mundo en que vivimos.
Todos conectados
La interdependencia implica enfocar el mundo como un sistema, entender la red de relaciones de este sistema, apreciar el equilibrio inestable que existe entre los componentes de esta red y tomar conciencia de que los cambios en una parte del sistema tendrán repercusiones sobre todo el sistema en su conjunto. Porque todas las partes del mundo están interconectadas, a veces de manera clara, otras veces de manera más sutil.
Por ejemplo, un conflicto “local” en un país productor de petróleo puede afectar al abastecimiento de petróleo en el mundo entero, y provocar modificaciones en la política energética de países situados a miles de kilómetros.
Un buen ejemplo de esta visión es un descubrimiento muy interesante que hicieron los científicos estudiando el proceso de fecundación del óvulo. Una vez producido el encuentro del óvulo y los espermatozoides en la trompa, queda lo más difícil: la fecundación. Como todos los grandes organismos unicelulares, el óvulo está rodeado de una capa protectora bastante gruesa y poco penetrable. Se precisa que una gran cantidad de espermatozoides "erosionen" esa envoltura durante un tiempo, en una especie de trabajo en equipo, hasta que la membrana se "rompe" en un punto. Sólo entonces, el espermatozoide situado delante del desgarro puede penetrar y fecundar el óvulo. Estos descubrimientos echan por tierra una creencia popular: al contrario de lo que se pensaba antes, el proceso no tiene nada que ver con una selección de espermatozoides, ni es el espermatozoide más rápido el que logra fecundar el óvulo, sino que la fecundación es un trabajo en equipo.
Problemas globales
La interdependencia no es un fenómeno nuevo, exclusivo de la segunda mitad del siglo XX. Cada vez que unos pueblos tuvieron que entrar en contacto con otros –a través de las expediciones, la colonización, las migraciones o el comercio– se establecieron vínculos, se intercambiaron valores, se apropiaron elementos culturales, se integraron nuevos productos y tecnologías en las maneras de vivir.
La interdependencia se convirtió en un tema crítico en este período de la historia, porque ocurrieron cambios cruciales en las tecnologías de transportes y de comunicación, y estos cambios crearon un sistema complejo de intercambios comerciales y provocaron mayores intercambios de personas en el mundo entero, así como sociedades con una gran diversidad cultural.
Aunque la interdependencia no es sólo una característica de los sistemas a escala mundial, sino que se puede observar también a escala local y nacional. Nos podemos familiarizar con este concepto observando la interdependencia de los roles en una familia, en una escuela, entre los trabajadores de una misma empresa, en una comunidad local y entre las regiones de un mismo país.
Y no sólo los lugares y las personas están relacionados, sino también los problemas. Por ejemplo, la pobreza puede explicarse por varios factores a la vez: falta de educación, falta de asistencia sanitaria, degradación del medio ambiente o discriminación racial, entre otros. Eliminar la pobreza sólo proporcionando medios para la subsistencia, no da más que resultados parciales. Gracias a la comprensión de la interdependencia entre los factores de un problema, se pueden encontrar soluciones duraderas.
Algunos conceptos clave
Un fallo o una disfunción en una de las partes de un sistema tiene repercusiones en todas las demás, e incluso puede detener completamente el funcionamiento de dicho sistema. Hay sistemas que ponen en juego factores humanos y no humanos, por ejemplo, los ecosistemas.
• Interdependencia de los sistemas e Hipótesis Gaia: La Hipótesis o Teoría Gaia, formulada por un científico británico, James Lovelock, y la microbióloga americana Lynn Margulis, presenta a la Tierra como un organismo vivo, una entidad biogeoquímica, en la cual toda la vida está interconectada en una relación simbiótica. Pone el énfasis en la interrelación e interdependencia de todo fenómeno, así como en la participación de todas las formas de vida en el proceso cíclico de la Naturaleza.
Demuestra así, la indisociable interrelación entre microorganismos, plantas y animales (lo vivo) con el suelo/tierra, océanos y atmósfera (no vivo) uniendo entre sí a microbiología, geología, química atmosférica, biología, etc. Por lo tanto, no es que la vida encuentre por casualidad las condiciones adecuadas para su evolución en la tierra, sino que es la vida misma la que crea esas condiciones favorables para su propia existencia, haciendo el entorno, conformándolo y cambiándolo y este a su vez (he aquí los bucles interactivos) retroalimenta a la vida que se desarrolla y cambia en él. En consecuencia, la vida no se adapta a un entorno pasivo. Lovelock escribe al principio de su obra lo siguiente: “el conjunto de los seres vivos de la Tierra (…) puede ser considerado como una entidad viviente capaz de transformar la atmósfera del planeta para adecuarla a sus necesidades globales”.
La biosfera funciona, por lo tanto, como un complejísimo Macrosistema Global. De esta red de interdependencias emerge una unidad global de funcionamiento: Gaia, cuyas propiedades exceden a las de los ecosistemas que lo constituyen, formando una maravillosa totalidad viva autorregulada y autorregulante, que se comporta como un organismo único para mantener la vida.
Hay, además, sistemas globales complejos, como la red del comercio internacional, constituidos por un conjunto de sistemas más pequeños.
• Interdependencia simétrica: Cuando todas las partes de un sistema funcionan en cooperación, es decir, que trabajan juntas para conseguir un objetivo común que les beneficiará a todas, se habla de sistema de interdependencia simétrica.
• Interdependencia asimétrica: Este término se refiere a las relaciones que, en los sistemas mundiales, no son beneficiosas para todos. Se aprecian muy a menudo tales desequilibrios en las relaciones entre los países industrializados y los países en desarrollo.
Por un desarrollo equitativo
Para un desarrollo equitativo de países y personas, es imprescindible considerar al mundo como un sistema en el que todos los elementos (personas, acontecimientos, modas, posturas) están interconectados, y ser conscientes de que los problemas también están relacionados.
Tenemos asimismo que:
• Respetar las necesidades y los aportes de todos y de cada uno de los miembros de un sistema, en una organización, una empresa, en una comunidad, en el ecosistema.
• Valorar de manera positiva los medios por los cuales cada individuo puede apoyar el sistema y beneficiarse de éste.
• Ser capaces de valorar la eficacia de la cooperación frente a la competitividad, para distintos tipos de trabajo.
• Cooperar con los demás para resolver los problemas, en beneficio mutuo y la búsqueda del bien común.
El efecto mariposa
Se trata de un concepto de la teoría del caos. La idea es que, dadas unas circunstancias peculiares del tiempo y condiciones iniciales de un determinado sistema dinámico caótico (más concretamente con dependencia sensitiva a las condiciones iniciales) cualquier pequeña discrepancia entre dos situaciones con una variación pequeña en los datos iniciales –cabe resaltar que sin duda alguna y sin explicación científica–, acabará dando lugar a situaciones donde ambos sistemas evolucionan en ciertos aspectos de forma completamente diferente. Eso implica que, si en un sistema se produce una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande a corto o medio plazo.
En el ejemplo particular propuesto por el matemático y meteorólogo estadounidense Edward Norton Lorenz para explicar el comportamiento caótico de sistemas inestables, tales como el tiempo meteorológico, expuesto en su artículo: “Flujo determinista no periódico”. Lorenz comunicó este concepto a una audiencia general, en forma de pregunta, no de afirmación, durante una conferencia en la reunión anual de 1972 de la American Association for the Advancement of Science (AAAS), en el MIT, con el título: “Predictability; Does the Flap of a Butterfly's wings in Brazil Set Off a Tornado in Texas?”, (“Predictibilidad, ¿El aleteo de una mariposa en Brasil hace aparecer un tornado en Tejas?)”.
De acuerdo con Lorenz, por el efecto mariposa, si se parte de dos mundos o situaciones globales casi idénticos, pero en uno de ellos hay una mariposa aleteando y en el otro no, a largo plazo, el mundo con la mariposa y el mundo sin la mariposa acabarán siendo muy diferentes. En uno de ellos puede producirse a gran distancia un tornado y en el otro no suceder en absoluto.
Origen y evolución del concepto Efecto Mariposa
La relación entre el aleteo de una mariposa con acontecimientos remotos puede ya verse sugerida en un antiguo proverbio chino que dice: “el leve aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”. Este proverbio aludiría a una visión holística, en la que todos los acontecimientos estarían relacionados y repercutirían los unos en los otros, pero sin implicar necesariamente una repercusión de enorme magnitud a partir de acontecimientos ínfimos.
Para leer más:
Un caso de interdependencia: Soy destruction in Argentina leads straight to our dinner plates, por Uki Goñi.