Huella de carbono
La huella de carbono es un indicador ambiental que pretende reflejar “la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI)emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto”. Tal impacto ambiental es medido llevando a cabo un inventario de emisiones de GEI o un análisis de ciclo de vida según la tipología de huella, siguiendo normativas internacionales reconocidas, tales como ISO 14064, PAS 2050 o GHG Protocol entre otras. La huella de carbono se mide en masa de CO2 equivalente. Una vez conocido el tamaño y la huella, es posible implementar una estrategia de reducción y/o compensación de emisiones, a través de diferentes programas, públicos o privados.
Estándares utilizados en la medición de la Huella de carbono
Existe el mito que aún no están disponibles los estándares internacionales para medir o certificar la huella de carbono, o que el mercado internacional no se ha puesto de acuerdo en cuál estándar exigir a las empresas. Lo cierto es que sí existen estándares internacionales, y hay numerosas organizaciones certificadas en éstos. Diferentes estándares se pueden agrupar dependiendo si la certificación corresponde a una organización o a un producto:
• Huella de carbono de una organización. Se analizan las emisiones de GEI de una organización a lo largo de un año o periodo determinado, generando un inventario de las mismas. Los estándares más utilizados son: GHG Protocol e ISO 14064-1:2012
• Huella de carbono de productos o servicios. Se analizan todas las emisiones de GEI realizadas durante el Ciclo de Vida del producto o servicio analizado. Los estándares más utilizados son: PAS 2050:2011, ISO/TS 14067:2013, con el apoyo de ISO 14040 e ISO 14044 para la elaboración del Análisis de Ciclo de Vida.
La huella de carbono personal es una herramienta, que permite al individuo evaluar sus emisiones de gases de efecto invernadero. Nacida bajo el liderazgo de Jean-Marc Jancovici, ha sido puesta en línea en 2007 por ADEME y el Clima Futures Association. Permite que cualquier persona pueda calcular con precisión las emisiones de gases de efecto invernadero inducidas por sus acciones, y por lo tanto su participación en el calentamiento global en todos los ámbitos de su vida.
La calculadora personal de la huella de carbono tiene todo en cuenta, "desde las compras de calzado a las vacaciones esquiando, pasando por la calefacción y la carne que se consume".
Huella de carbono de una organización
El Inventario de Gases de Efecto Invernadero de una organización, también denominado Huella de Carbono de Organización, es un informe donde se indican las emisiones de GEI realizadas por la organización objeto de estudio durante un periodo determinado, generalmente un año natural. Este inventario se realiza siguiendo estándares internacionales, principalmente GHG Protocol o la norma ISO 14064-1. Estos dos estándares contabilizan las emisiones de forma similar, diferenciándose principalmente en detalles a la hora de detallar y desglosar el informe final. Para las organizaciones se diferencian tres tipos de emisiones:
• Emisiones de Alcance 1 también denominadas Emisiones Directas. Son los gases de efecto invernadero emitidos de forma directa por la organización, por ejemplo, por el uso de combustibles fósiles en maquinaria o vehículos propiedad de la organización, por pérdidas de gases refrigerantes, o por reacciones químicas durante los procesos productivos.
• Emisiones de Alcance 2 o Emisiones Indirectas por Energía. Son los gases de efecto invernadero emitidos por el productor de la energía requerida por la organización. Dependen tanto de la cantidad de energía requerida por la organización como del Mix energético de la red que provee a la organización.
• Emisiones de Alcance 3 también denominadas Otras Emisiones Indirectas. Son las atribuibles a los productos y servicios adquiridos por la organización, que a su vez habrán generado emisiones previamente para ser producidos. Son las más difíciles de contabilizar debido a la gran cantidad de productos y servicios utilizados por las organizaciones y a la dificultad en conocer las emisiones de estos productos o servicios si no son aportadas por el propio productor.
Dentro del Inventario de Emisiones de una organización también se deben contabilizar las Remociones o absorciones de CO2. Para poder ser contabilizadas, estas absorciones deben ser debidas directamente a la actividad de la organización, y se contabilizan por separado, no "restan" emisiones. La compensación de emisiones no es una absorción de CO2, por lo tanto, no se deben contabilizar dentro de un inventario, aunque la organización sí puede informar de sus compensaciones si las ha realizado.
Los Inventarios de Emisiones de GEI deben contener como mínimo las emisiones de Alcance 1 y Alcance 2, y pueden ser verificadas por una entidad de verificación acreditada. Los Inventarios de Emisiones se referirán siempre a un "Año Base", indicando el aumento o reducción de emisiones del año del informe comparado con el Año Base. Si la organización realiza un inventario por primera vez, ese será su año base.