Breve introducción a la Teoría de la Comunicación sostenible
La teoría de la comunicación puede enunciarse de manera bastante sencilla y abordarse desde dos perspectivas diferentes. Aquí, algunos de sus postulados.
Se considera que todo hecho comunicacional exige la presencia de los siguientes elementos: un emisor, un receptor y un mensaje, que circula a través de un canal, donde eventualmente pueden producirse ruidos. Se considera ruido a todo aquello que puede alterar o perturbar la comunicación. Esto puede producirse en el canal de la comunicación (por ejemplo, interferencia en la captación de una emisora radial), pero también se produce en el que recibe la comunicación, en el receptor. El proceso de transmisión del mensaje del emisor al receptor se llama información. Cuando el emisor genera una respuesta, se inicia el proceso que se denomina comunicación.
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Sin embargo, los teóricos de la comunicación que trabajan desde la perspectiva de la comunicación sostenible, afirman que éste esquema debería explicarse exactamente al revés: en realidad, el emisor solo toma la decisión de comunicarse porque hay un receptor qué él considera valioso, ya que si no hubiera un “otro” que considero que me devuelve un “yo” valioso, no tendría ninguna necesidad de comunicarme. Vale decir que, en este segundo abordaje, a diferencia del paradigma anterior, se parte del concepto de que es el receptor quien determina y desencadena el proceso de comunicación y no el emisor.
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Solo a partir de que existe un otro al que yo considero valioso, y en consecuencia un interlocutor válido, es que se establece un nuevo modelo de comunicación que abre paso al camino de la sostenibilidad, porque es a partir de un receptor que es declarado valioso por el emisor, que se puede abordar la comunicación desde la empatía en la búsqueda de construir una verdad de a dos, co-creando y co-diseñando en equidad, horizontalidad y dignidad. De modo que desde la perspectiva de la comunicación sostenible, el objeto de la comunicación es siempre el otro.
En este sentido, ya no es tan importante lo que yo digo, sino aquello que tú entiendes.
De esta forma se rompe el tradicional paradigma del poder expresado en la verticalidad de los mensajes, ya que abordar la comunicación desde este nuevo modelo, nos obliga a tener que ponernos en el lugar del otro, para luego intentar que nuestro mensaje llegue de una forma efectiva y que cumpla con el objetivo establecido (dado que la comunicación siempre tiene la intencionalidad de influir sobre los otros con el fin de lograr el cambio esperado).
Es solo desde la simetría en los vínculos que se puede construir confianza, lo que permitirá desde el diálogo poder abordar el misterio de la conversación y aquello que se desconoce. Es en este punto donde la sinceridad y la honestidad intelectual y afectiva, juegan un rol decisivo en la comunicación.
Cuando se orienta la comunicación hacia adentro se genera confianza, cuando se lo hace hacia fuera, se crea cultura.
¿Por qué es tan importante la comunicación?
Porque administra el principal activo de cualquier organización, sin importar que ésta pertenezca al sector privado, público o social, que es su nombre o marca, que a su vez es el único activo imposible de copiar, imitar o robar por parte de sus competidores. Posicionamiento, imagen, reputación y Marca se convierten entonces en los elementos claves de esta nueva disciplina.
Listado de los atributos comunicacionales valorados por las audiencias:
Veracidad
Objetividad
Precisión
Análisis
Seriedad sin solemnidad
Responsabilidad
Transparencia
Originalidad
Prestigio
Calidad
Excelencia en el nivel informativo
Profundidad en la investigación
Confirmación de las fuentes
Continuidad en los seguimientos de la evolución de los acontecimientos
Con opinión pero sin tendencia
Agilidad en la lectura
Rigor informativo
Organización y organicidad de los contenidos
Exhaustivo pero sin excesivo volumen
Utilidad como herramienta de trabajo