Pacto cultural
El pacto (en latín: pactum) es un convenio o tratado solemne, estricto y condicional entre dos o más partes, en el que se establece una obediencia a cumplir uno o varios acápites establecidos en un contrato formal o informal, y en que ambas partes se comprometen a ejecutar ciertas acciones y a recibir retribuciones de la otra parte por su cumplimiento. El pacto es un acuerdo en el que se estipulan términos cuyos involucrados aceptan respetar. Establece un compromiso y fija la fidelidad hacia lo acordado, por lo tanto, obliga al cumplimiento de ciertas pautas o normas de comportamiento. Cuando hablamos de Pacto cultural, hacemos referencia a aquellos comportamientos que definen nuestra forma de ser y de estar en el mundo, y que se ve reflejada en los hábitos que elegimos premiar o castigar dentro de la organización. Luego, estos hábitos se ven reflejados en los valores, o disvalores, que abrazamos como colectivo, y que marcan nuestro estilo de liderazgo y nuestro accionar. A nivel macro, el pacto cultural de una organización de nueva generación o de nuevo paradigma, está contenido en el Propósito que abraza la organización, e inspirado en los Principios y Valores humanos universales, los Valores cívicos y ciudadanos, y alineado con los Principios y Valores que expresa el paradigma de la sustentabilidad y la regeneración.
A nivel micro, el pacto cultural de una organización siempre tiene dos dimensiones: 1. El pacto cultural a nivel interno, que es el pacto que se vive y se respira dentro de la estructura de la organización. 2. El pacto cultural a nivel externo, que es el pacto que la organización establece con sus diferentes públicos.
Por lo tanto, el Pacto cultural es el emergente sistémico del alineamiento a nivel macro y micro, y a nivel externo e interno.
A continuación, una serie de lineamientos a tener en cuenta en el momento de definir, elaborar y redactar nuestro Pacto Cultural basado en los postulados del paradigma de la sustentabilidad. • Acordar mínimos consensos que nos permitan compartir un propósito y una filosofía en común, y nos faciliten convivir dentro de una cultura de paz. • Conservar y cuidar aquello que nunca debe cambiar dentro de la organización, y desechar lo que no se adecua a la consecución de la estrategia y el cumplimiento de la Misión, la Visión y el Propósito. • Selección de las consignas que marcarán nuestra forma de ser y de estar en el mundo. • Contar con una organización simple y flexible. • Cultivar en nuestros equipos habilidades adecuadas al mañana. • Alentar el carácter emprendedor como plataforma para el cambio, a partir de alinear los intereses profesionales de nuestra gente con sus intereses personales y con los intereses de la organización.
• Fomentar el trabajo en equipos inter y transdisciplinarios, formando parte de comunidades y redes colaborativas que se transformen en comunidades de práctica y sistemas de influencia. • Crear sistemas adecuados para operar a escala real, en tiempo real, en forma virtual y descentralizada. • Tender hacia un modelo de organización que incorpore crecientemente prácticas de descentralización y tercerización a través del establecimiento de alianzas estratégicas desde el abordaje de la coopetencia. • Aplicar un modelo de gestión sostenible a nivel político, económico, social, ambiental y ecoespiritual, que nos permita aspirar a la creación de valor sostenible incorporando los valores de la sustentabilidad y la regeneración. • Alinear nuestras prácticas con los marcos regulatorios internacionales de nueva generación y con las nuevas economías.
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