¿Cómo entender el lenguaje de los Objetivos de Desarrollo Sostenible?
Los ODS proporcionan un marco de referencia para comunicar progresos en un
idioma reconocible en todo el mundo…Alinearse a los ODS no debería
significar un cambio colosal para las instituciones. Al contrario, los ODS
proporcionan un marco de referencia para comunicar progresos en un idioma
reconocible en todo el mundo.
Hoy en día, la plataforma de aprendizaje de idiomas en línea Duolingo tiene
más de medio millón de estudiantes activos de esperanto. Eso puede parecer
bastante para un lenguaje inventado hace más de 130 años, sin un país al cual
llamar hogar. Si bien el esperanto no se convirtió, como lo había previsto su
fundador, en una lengua universal para promover la paz y el entendimiento
entre las culturas, vale la pena destacar que se haya creado un lenguaje
compartido para unir a personas y lugares en torno a una misma visión del
mundo.
Esto es exactamente lo que han hecho los Objetivos de Desarrollo Sostenible
(ODS), un conjunto ambicioso de 17 objetivos que esbozan el camino para
lograr un mundo más próspero y sostenible para 2030. Los ODS han
estimulado una nueva variante de comprensión intercultural al ayudar a los
sectores público, privado y filantrópico a hablar un mismo lenguaje en torno a lo
social y el impacto ambiental. Esta comprensión común es crítica, ya que
cumplir con los ODS requiere acelerar los esfuerzos colectivos en todos los
sectores.
¿Por qué los ODS son importantes para el sector privado?
El sector privado tiene un papel fundamental que desempeñar para alcanzar
los ODS. Puede ayudar a cubrir la brecha de financiamiento anual estimada en
US$2,5 billones para llegar a estos objetivos en los países en desarrollo, y
aplicar su conocimiento, su espíritu empresarial y su capacidad tecnológica
para desarrollar nuevas soluciones para los desafíos sociales.
Al mismo tiempo, alcanzar los ODS es bueno para los negocios. Las
estimaciones muestran que alcanzar los ODS podría generar US$12 billones
en nuevas oportunidades de mercado en solo cuatro áreas: agricultura,
ciudades, energía y salud. Además, alcanzar el objetivo de igualdad de género,
un desafío particular en América Latina y el Caribe (ALC), podría agregar entre
US$12-28 billones anuales al PIB mundial para 2025.
Alinearse con los ODS puede dar a las empresas una ventaja competitiva
cuando se trata de atraer capital. Se ha producido un cambio significativo en el
mundo de la inversión, ya que se está valorando cada vez más el impacto
social junto con los rendimientos financieros. Esto no se limita al aumento en la
inversión de impacto, que alcanzó un estimado de US$228 mil millones en
2017, con US$36 mil millones destinados a América Latina y el Caribe. Los
administradores de activos institucionales, de los fondos de riqueza soberana y
de las empresas de capital privado están pensando cada vez más en el
impacto, y están ofreciendo nuevos productos de inversión como consecuencia
de esto último. De hecho, según McKinsey, más del 25% de los activos bajo
administración a nivel mundial se están invirtiendo con consideraciones
ambientales, sociales y de gobierno.
Las empresas también pueden aprovechar los ODS para atraer y retener
talento y clientes. Los millennials, que constituirán casi el 75% de la fuerza
laboral mundial para 2025, quieren trabajar para empleadores comprometidos
socialmente y que les brinden un sentido de propósito. Del mismo modo, los
clientes se sienten cada vez más atraídos por las marcas que tienen conciencia
social y ambiental, y están dispuestos a pagar sumas adicionales por este
motivo. La incorporación de las mejores prácticas ambientales y sociales en las
operaciones puede ayudar a las empresas a crear consenso en las
comunidades donde operan, ayudando a mitigar riesgos relacionados a su
reputación.
Los ODS: una hoja de ruta para las mediciones de impacto
Alinearse a los ODS no tiene por qué significar un cambio colosal. De hecho,
muchas empresas se comprometen con los ODS todos los días, se den cuenta
o no. Por ejemplo, los esfuerzos para mejorar la eficiencia de los recursos,
adoptar nuevas tecnologías, construir infraestructura sostenible o aumentar el
acceso al financiamiento para pequeñas empresas puede contribuir a los
objetivos de diferentes maneras.
Sin embargo, para capturar el valor de los informes sobre estos esfuerzos
alineados con los ODS, las empresas deben reconocer que los ODS
proporcionan un marco para comunicar el progreso en un lenguaje reconocido
a nivel mundial y no son un sustituto de informes rigurosos de impacto. Las
empresas deben adoptar metodologías para medir el impacto, incluyendo las
métricas y los indicadores clave de rendimiento que sean relevantes para sus
operaciones y estrategias comerciales, y luego vincularlos con objetivos
específicos de los ODS.
No es una tarea fácil: un estudio de más de 700 de las compañías más
influyentes del mundo descubrió que, si bien el 72% incluía los ODS en sus
informes de sostenibilidad, solo el 23% rastreaba los indicadores relevantes.
Las empresas más pequeñas, con menos recursos y menos experiencia con
informes institucionales, tienen aún más obstáculos que superar cuando se
trata de obtener los beneficios de los informes de impacto.
Por su parte, BID Invest ha integrado los ODS en su Marco de Gestión de
Impacto, ayudando a clientes y co-inversionistas a alinear y medir sus
contribuciones a estos objetivos globales. Por ejemplo, BID Invest está
trabajando con Blue Orange Capital para evaluar y medir el impacto de las
inversiones realizadas, a través de su nuevo fondo centrado en los ODS para
América Latina y el Caribe.
Con un panorama social, político y económico cambiante en el que los
rendimientos financieros ya no son el único punto de referencia de éxito,
informar sobre los ODS junto con mediciones tradicionales de impacto ofrece a
las empresas e inversionistas la oportunidad de unirse a una conversación
global. Incluso, es posible que ahora escuchen a quienes hablan esperanto.