Audacia
| Definición RAE
1. Acción de atender. 2. Cortesía, urbanidad, demostración de respeto u obsequio. U. m. en pl. 3. U. para que se aplique especial cuidado a lo que se va a decir o hacer. |
Del latín audacĭa, la audacia es el atrevimiento o la osadía. El término refiere a una cualidad humana, definida como la fuerza de voluntad que puede desarrollar una persona para superar ciertos impedimentos, sin miedo al fracaso, realizando gestos de valor, tanto por los demás como por sí misma. En su aspecto negativo, también puede definir un estado de furia, ira, irritación o enojo.
La audacia bien entendida, en definitiva, está vinculada a la fortaleza del espíritu y la fuerza de voluntad. Ser audaz empodera y permite afrontar con éxito nuevos retos.
En el ámbito profesional, la audacia de emprender acciones poco comunes sin temer las dificultades, pero midiendo los riesgos, es un requisito imprescindible de los líderes.
La moderación entre una audacia beneficiosa y una audacia dañina debe estar dada por la razón. Lo mejor es que las decisiones vinculadas al impulso de la audacia sean tomadas después de una reflexión serena y a conciencia.
Para que la audacia no se transforme en “temeridad”, es vital que la persona entienda previamente que no todo puede salir perfecto y que tampoco significa alcanzar todo lo que se propone.
Beneficios de la audacia
- En su aspecto positivo, la audacia es una virtud que nos lleva al convencimiento de que, pese a las imposibilidades y riesgos, podemos alcanzar un determinado objetivo o cumplir un reto.
- Es ese valor personal que nos hace ganar en confianza, que moviliza recursos internos para alcanzar metas y afrontar adversidades.
- Implica atrevernos a salir de nuestra zona de confort para enfrentarnos a situaciones desconocidas que nos harán crecer como personas.
- Tomar decisiones cuando nos invade la incertidumbre, vencer el miedo que nos inmoviliza y seguir nuestros sueños aunque las circunstancias no nos acompañen.
- Cuestionar todo lo que está dado por sentado y formarnos nuestra propia opinión, que no tiene que ser necesariamente igual a la del resto.
- Ser alguien en permanente cambio, dispuesto a explorar y a crecer.
- Es ese impulso vital capaz de abrirnos camino, de ensanchar perspectivas y sortear dificultades, y que nos lleva a esforzarnos cada día más por aquello que necesitamos o deseamos.