Buen comportamiento
El comportamiento es la manera de comportarse (conducirse, portarse). Se trata de la forma de proceder de las personas u organismos frente a los estímulos y en relación con el entorno.
Es importante y fundamental establecer el que todo comportamiento está influenciado por una serie de elementos. En concreto, se estipula que aquel estará marcado tanto por la cultura que tenga la persona en cuestión como por las normas sociales existentes en su entorno o la actitud que presente en todo momento.
Para la psicología, el comportamiento es todo lo que hace un ser humano frente al medio. Cada interacción de una persona con su ambiente implica un comportamiento. Cuando dicho comportamiento muestra patrones estables, puede hablarse de una conducta.
Es posible hablar de buen comportamiento o mal comportamiento, según cómo las acciones se puedan enmarcar dentro de las normas sociales. Un niño se comporta mal cuando no obedece a sus padres y no cumple con aquello que se le ordena. Por lo general, el mal comportamiento genera un castigo por parte de la autoridad social (los padres, los maestros, un juez, etc.).
Para poder llevar una convivencia armónica en sociedad, es necesario establecer y cumplir normas de comportamiento. Por ese motivo, que los niños desde muy temprana edad las conozcan y las cumplan en escenarios cotidianos contribuye a la formación de adultos éticos.
Beneficios del buen comportamiento
El buen comportamiento supone observar las normas morales y sociales.
- Respetar a los demás, sin importar su condición, edad, género o forma de pensar, reconociendo su existencia y valorando su humanidad.
- Actuar con rectitud. Una persona honesta dice y hace lo correcto porque es lo que corresponde y porque, además, está considerando el bien común por encima del suyo.
- Actuar con responsabilidad, haciéndonos cargo de las consecuencias de nuestras acciones.
- Cumplir con el principio de integridad que refiere a actuar haciendo lo correcto. Por ejemplo, si nos encontramos un objeto y se lo entregamos a su dueño, estamos actuando con integridad.
- Actuar con equidad, que implica dar a cada individuo lo que le corresponde según su condición o sus méritos.
- Cumplir con las obligaciones que hemos contraído, independientemente de los obstáculos que se puedan presentar.
- Actuar con imparcialidad, lo que significa evitar favorecer alguna postura, forma de pensar o de actuar. Ser imparcial requiere actuar con justicia y de forma objetiva, siempre teniendo en cuenta el bien común.