Inteligencia de enjambre
La inteligencia de enjambre es una rama de la inteligencia artificial que estudia el comportamiento colectivo de los sistemas descentralizados, autoorganizados,
naturales o artificiales.
Inspirados por la naturaleza, especialmente por ciertos sistemas biológicos, los sistemas de inteligencia de enjambre están típicamente formados por una
población de agentes simples que interactúan localmente entre ellos y con su medio ambiente. Los agentes siguen reglas simples y, aunque no existe
una estructura de control centralizado que dictamine el comportamiento de cada uno de ellos, las interacciones locales entre los agentes conduce a
la emergencia de un comportamiento global complejo. Como ejemplos naturales se incluyen las colonias de hormigas, el alineamiento de las aves en
vuelo, el comportamiento de rebaños durante el pastoreo y el crecimiento bacteriano.
El ser humano y el mundo natural emergen mutuamente, como diría el taoísmo. Una flor y una abeja emergen mutuamente, son de especies distintas, parecen separadas, pero en realidad su coherencia es estar juntas. Por lo tanto, en eso se basa el principio de la co-existencia, algo que nosotros como seres humanos hemos olvidado porque aprendimos a mirar la naturaleza como algo separado de nosotros mismos.