Autocontrol

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Definición RAE:

1. Control de los propios impulsos y reacciones.

El autocontrol podría definirse como la capacidad consciente de regular los impulsos o la propia conducta de manera voluntaria, con el objetivo de alcanzar un mayor equilibrio personal y relacional. Este proceso cognitivo es necesario a la hora de cumplir metas y alcanzar ciertos objetivos.

El autocontrol es, por otra parte, una herramienta que permite, en momentos de crisis, distinguir entre lo más importante (aquello que perdurará) y lo que no es tan relevante (lo pasajero).

Los especialistas en técnicas de autocontrol recomiendan, siempre que sea posible, no forzar el cuerpo ni la mente. Cuando un individuo está relajado, sereno y descansado, se encuentra en mejores condiciones para enfrentar las dificultades. Por otra parte, el autocontrol necesita del diálogo sereno, para evitar que la confrontación derive en situaciones de violencia emocional o hasta física.

La paciencia resulta una virtud clave a la hora de autocontrolarse. Los psicólogos enseñan a que una persona sepa perdonarse a sí misma por sus fallos y equivocaciones, lo que contribuye a su equilibrio interior y la prepara para aceptar las debilidades y errores de los demás.

Beneficios del autocontrol

  • Nos permite gestionar nuestros sentimientos y comportamientos para controlar tanto las emociones positivas como las negativas y así poder expresarlas de manera adecuada.
  • Mejora el manejo de las situaciones difíciles y mejora la toma de decisiones.
  • Ayuda a mantener la calma y a pensar con más claridad, con fundamento.
  • Nos da un tiempo para calmarnos, pensar y dar importancia a lo que nos tienen que decir los demás, por lo que beneficia nuestras relaciones.
  • Permite controlar el estrés cuando nos sentimos bajo presión
  • Aumenta la capacidad de concentración
  • Nos sentimos menos vulnerables: la falta de control sobre nuestro comportamiento nos hace sentir que las cosas suceden sin que podamos hacer nada para evitarlo. La sensación de vulnerabilidad se diluye cuando tomamos las riendas de nuestra conducta.