Discreción
Definición RAE:
1. Sensatez para formar juicio y tacto para hablar u obrar. 2. Don de expresarse con agudeza, ingenio y oportunidad. 3. Reserva, prudencia, circunspección. |
El término proviene del vocablo latino discrētus, que significa "separado" o "distinto". La discreción es la virtud de actuar con prudencia, moderación y reserva en nuestras palabras y acciones. Es un valor que implica saber cuándo y cómo expresarse, evitando hablar de más o revelar información delicada que podría perjudicar a otros o a uno mismo.
Una persona discreta no solo es prudente y sensata al tomar decisiones, sino que también demuestra un notable control sobre sus emociones y palabras. Saber guardar secretos, respetar la privacidad de los demás y abstenerse de emitir juicios apresurados son cualidades fundamentales de quien practica la discreción.
En el ámbito social y profesional, la discreción es especialmente valiosa, ya que fomenta la confianza y la seguridad en las relaciones interpersonales. Es un valor indispensable para generar un ambiente de armonía y respeto mutuo.
También, quien es discreto no busca llamar la atención de forma innecesaria ni alardea de sus logros, actuando con humildad y mesura.
Beneficios de la discreción
- Las personas discretas son consideradas confiables, ya que respetan la confidencialidad y no divulgan información sensible.
- Al evitar comentarios innecesarios o juicios precipitados, la discreción fortalece los vínculos basados en el respeto y la consideración.
- Saber cuándo guardar silencio y cómo expresar opiniones con tacto reduce malentendidos y situaciones conflictivas.
- Ayuda a mantener límites saludables, respetando la vida personal de los demás.
- En el ámbito laboral y social, la discreción es señal de autocontrol, responsabilidad y buen juicio, cualidades apreciadas en cualquier entorno.