El precioso concepto de “interser” del maestro budista Thich Nhat Hanh
El monje vietnamita Thich Nhat Hanh prueba cómo en realidad en una hoja de papel, y en cualquier cosa, está todo el universo.
El monje zen vietnamita Thich Nhat Hanh es uno de los maestros espirituales más populares del mundo, en buena medida debido a su capacidad de expresar la sabiduría primordial de la tradición budista en términos sencillos, con los cuales cualquier persona se puede relacionar, sin importar si practica o no esta religión o alguna otra. Thich Nhat Hanh, quien es también una importante voz en el movimiento ecológico, ha ideado un hermoso concepto que llama "interser" (el cual es también una orden monástica). Esto es una traducción del vietnamita Tiếp Hiện. Tiếp significa "estar en contacto con" y "continuar" y Hiện significa "comprender o hacer aquí y ahora". Ha sido traducido como interser, y una definición poética, basada en el vietnamita, podría ser "actualizar o comprender en este presente momento nuestra relación con todos los seres".
Este concepto está inspirado en la noción de la originación dependiente, pratityasamputpada, que es uno de los pilares de la filosofía budista, concepto con el cual se explica la red de causas que resultan en el renacimiento y en las condiciones propias del samsara. La originación dependiente explica cómo, a partir de la ignorancia, se generan los diferentes vínculos (nidanas) que producen el sufrimiento y mantienen en marcha la ilusión de este mundo, la cual oculta la realidad del nirvana. Thich Nhat Hahn, sin embargo, hace énfasis en un "cosurgimiento interdependiente", ya que la noción de causa y efecto sugiere una sucesión en el tiempo y concibe el sujeto y el objeto como entes separados. La imagen que usa para expresar esto es la siguiente: "Tres cañas cortadas se pueden mantener paradas sólo apoyándose la una en la otra. Si quitas una, las otras dos se caerán".
Así explica Thich Naht Hahn, su concepto del "interser":
Interser: si eres un poeta, verás claramente que hay una nube flotando en esta hoja de papel. Sin una nube, no habría lluvia; sin lluvia no podrían crecer los árboles; y sin árboles no podríamos hacer papel. Esa nube es esencial para que el papel exista. Si la nube no está ahí, el papel tampoco puede existir. Así que podemos decir que la nube y el papel "interson".
"Interser" es una palabra que no está todavía en el diccionario, pero si combinamos el prefijo "inter" con el verbo "ser" tenemos un nuevo verbo, inter-ser. Sin una nube no tendríamos hoja de papel, por lo que podemos decir que "interson".
Si miramos esta hoja de papel aún más profundamente, podemos ver la luz del sol en ella. Si la luz del sol no está ahí, el bosque no puede crecer. De hecho, nada puede crecer. Incluso nosotros no podemos crecer sin la luz del sol. Y así, sabemos que la luz del sol está también en la hoja de papel. La hoja de papel y la luz del sol inter-son. Y si continuamos mirando, podemos ver al leñador que cortó el árbol. Y vemos el trigo. Sabemos que el leñador que corto el árbol no puede existir sin su pan de cada día, y por lo tanto el trigo que se convirtió en su pan también está en la hoja de papel. Y así también su madre y su padre. Cuando miramos así nos damos cuenta de que, sin todas estas cosas, la hoja de papel no puede existir.
Mirando aún con mayor profundidad, vemos que nosotros también estamos en ella. Esto no es difícil de ver, porque cuando miramos una hoja de papel, forma parte de nuestra percepción. Tu mente está aquí y la mía también. Así que podemos decir que todo está aquí en esta hoja de papel: el tiempo, el espacio, la tierra, la lluvia, los minerales de la tierra, el sol, la nube, el río, el calor. Todo coexiste con esta hoja de papel. Es por ello que creo que la palabra "interser" debería estar en el diccionario. “Ser” es interser. No puedes ser por ti mismo; tienes que interser con todas las demás cosas. Esta hoja de papel es, porque todo lo demás es.
Supongamos que tratamos de regresar uno de los elementos a su origen. Supongamos que regresamos la luz al sol. ¿Crees que esta hoja de papel sería posible? No, sin la luz de sol nada puede ser. Y si regresamos al leñador a su madre, tampoco tenemos papel. El hecho es que esta hoja está hecha sólo de elementos que no son papel. Y si regresamos estos elementos a sus orígenes, no puede haber papel del todo. Sin los elementos que no son papel, como la mente, el leñador, la luz del sol, no habrá papel. Así de delgada como es, esta hoja de papel contiene todo el universo”.
Aquí tenemos una muy valiosa plantilla filosófica para entender nuestro lugar en el mundo, en el centro de un mandala que abarca a todo el universo, como una cámara de ecos y reflejos. Curiosamente, Carl Sagan expresó exactamente la misma idea, desde la perspectiva de la astrofísica. Según Sagan si queremos hacer un pay de manzana de la nada primero debemos de inventar un universo. Los ingredientes del pay de manzana nos remiten al campo, plantas, tierra, luz solar y elementos fabricados en los hornos de las estrellas y así sucesivamente. En un pay de manzana está toda la historia del universo.
La idea de "interser" de Thich Nhat Hahn ha sido discutida como un principio que podría transformar nuestra conciencia ecológica, ya que diversos pensadores coinciden en que el problema que subyace al descuido de nuestro planeta y la explotación insostenible de los recursos naturales es una sensación de separación: el hombre se experimenta como una conciencia individual separada de todos los demás seres vivos y siente poca compasión por todo los demás organismos (más allá del ocasional altruismo por las ballenas u otros animales populares), incluyendo el mismo planeta. Esto tiene que ver con un profundo egoísmo y un sentido de superioridad, un rechazo a aceptar que nuestra vida depende de incontables factores los cuales no podemos controlar. El paleontólogo Scott Sampson hace un interesante comentario a la noción de "interser", la cual propone como uno de "los conceptos científicos cuyo conocimiento más benéfico podría ser para la humanidad" en la revista Edge. (Es de notar y elogiar que se propone esta noción observada por el budismo desde hace unos 2,500 años como un concepto científico).
Discutiblemente la noción más estimada y profundamente inculcada en la mentalidad occidental es la separación de nuestros seres encapsulados por la piel, la creencia de que podemos ser vistos como máquina aisladas y estáticas. Habiendo externalizado el mundo más allá de nuestros cuerpos, nos consumen pensamientos sobre cómo beneficiarnos más de las cosas y protegernos del mundo. Sin embargo, esta noción profundamente enraizada de aislamiento es una ilusión, como queda evidenciado por el constante intercambio de materia y energía con el mundo "externo". ¿En qué punto tu último aliento, trago de agua, bocado de alimento dejan de ser parte del mundo externo y se vuelven tú? ¿Precisamente cuándo tus exhalaciones y excrementos dejaron dejan de ser tú? Nuestra piel es tanto membrana permeable como barrera, tanto que, como un remolino, es difícil discernir donde acaba "tú" y dónde empieza el resto del mundo.
Energizada por la luz del sol, la vida convierte la roca inanimada en nutrientes, que luego pasan a través de las plantas, herbívoros y carnívoros antes de ser descompuestos y regresar a la tierra inanimada, empezando el ciclo otra vez. Nuestros metabolismos internos están estrechamente entretejidos con el metabolismo de la Tierra; un resultado es que alrededor de cada 7 años todos los átomos de nuestro cuerpo son reemplazados.
Sampson menciona otros argumentos incluyendo el hecho de que estamos compuestos de miles de millones de bacterias y otros microorganismos, de tal manera que más de 90% de nuestras células no son propiamente humanas. Estas bacterias conforman una especie de órgano distribuido por todo el cuerpo que trabaja estrechamente con el sistema inmune, con el sistema metabólico e incluso con el sistema nervioso. Realmente somos una colección de seres que se perciben bajo un nodo central: el foco de la conciencia humana. Una conciencia que quizás pueda crecer y aprender a percibirse como el universo. Alejandro Martínez Gallardo 10 de julio de 2016