Medios Participativos

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Medios participativos

Según la revista The Economist, en un informe especial publicado en 2006, la sociedad global está en las fases tempranas de lo que podría ser una revolución de los medios tan grande como la que produjo Guttenberg en 1448. Al igual que la introducción de la imprenta, la revolución es a la vez técnica (Web 2.0) y representa un cambio radical en la forma en que las personas se vinculan con la información.

El paradigma de las mass media instalado en el siglo XX, en el que grandes empresas de comunicación se dirigen a grandes audiencias pasivas a las que mantienen cautivas mientras les pasan propagandas, está en crisis.

Según datos de Pew Internet & American Life Project, hacia noviembre del año pasado un 57% de los adolescentes norteamericanos creaban contenidos para la red, desde textos hasta fotos, música y videos.

Paul Saffo, el director del Instituto del Futuro en California, sostuvo que la gente ya no consume pasivamente medios (y por ende, publicidad), sino que participa activamente en ellos, lo que muchas veces consiste en crear contenido. Esto no quiere decir necesariamente escribir su propio diario; sino cosas más pequeñas, como elaborar su propio ranking de los mejores restaurantes de su barrio o de las películas que vio en el mes.
Con los medios participativos las fronteras entre audiencias y comunicadores se vuelven borrosas y a veces invisibles. Ya está sucediendo. “El viejo modelo de los medios era: hay una fuente de verdad. El nuevo modelo es: hay múltiples fuentes de verdad y entre todos lo resolveremos”, dijo Joe Kraus, el fundador de JotSpot, una empresa que hace sofware para wikis.

Los blogs

Un nuevo blog es creado a cada segundo según Technorati, un buscador de blogs. 50.000 nuevos posts (nuevas entradas de información, textos, fotos o videos) se agregan por hora. “Tal como todo el mundo tiene una cuenta de mail, en cinco años todo el mundo tendrá su blog”, predijo Sabeer Bhatia, quien en marzo lanzó la empresa BlogEverywhere.com.

Pero, ¿qué es exactamente un blog? Se caracterizan por ser la voz de una persona, sin edición, desprolija, auténtica e individual.
Lo revolucionario de los blogs no está en la posibilidad de que cualquiera pueda tener un espacio propio en la web. Eso ocurrió ya en los noventas con las páginas personales. La diferencia es que ahora las nuevas tecnologías permiten linkear un blog con otro, suscribirse y recibir una notificación cada vez que ese blog cambia. Esto genera conversaciones. No es simplemente un link, es un “permalink”. El permalink es lo que transformó los blogs de un medio de publicación a un medio de conversación, un caos de comunidades que se superponen. Surgió la discusión. Surgió el Chat. Surgió el mundo de “nosotros, los medios”. Un mundo en el que la audiencia está decidiendo qué es importante.

Periodismo interactivo

En Corea del Sur, Ohmy News, el diario creado por el periodista retirado de los medios tradicionales Oh Yeon Ho, recibe 700.000 visitas al día. Pero su diario no tiene redacción, editores ni columnistas prestigiosos. Sólo ciudadanos comunes que contribuyen con artículos que Oh edita. Además, posee un sistema de ratings para que las notas más leídas estén arriba de todo. Otra novedad: tal como se deja una propina en un bar, los lectores de Ohmy News pueden hacer pequeñas donaciones cuando algo que leyeron les gustó. Un artículo llegó a producir 30.000 dólares en un día.
No es una experiencia aislada y el fenómeno trasciende la Internet. En el 2005, nació Current TV, un canal de cable creado por Al Gore y Joel Hyatt que fomenta que los televidentes envíen sus propios videos. En la actualidad, el 30% de los contenidos fueron producidos por las audiencias, y esperan que siga creciendo. Durante el huracán Katrina el canal puso al aire algunos de los videos de los sobrevivientes, superando en realidad e impacto a los informes periodísticos tradicionales.
Current TV es un canal de televisión, pero también un site de Internet que ofrece ayuda on line sobre técnicas de narración de historias, un espacio donde los usuarios pueden votar cuáles son los mejores contenidos.

Por su parte, cada vez más, Yahoo News incluye contenidos creados por usuarios. Cuando ocurrieron los ataques terroristas en el subterráneo de Londres hace un año, algunas personas subieron fotos sacadas con su celular a Flickr, un sitio de Yahoo en el que los usuarios comparten sus fotos. Otros usuarios (“tagged”) las etiquetaron con palabras claves como London Underground o Bombings. Otros espontáneamente armaron un rating de las mejores. Esto llamó la atención de los editores oficiales de Yahoo News quienes las publicaron en su página principal junto a las fotos de agencias tradicionales. Todo sucedió en minutos.
Otro ejemplo de cómo los new media desafían el reinado de los medios tradicionales es RocketBoom, el vlog (video blog) de Amanda Congdon que es visto por 350.000 personas por día# (la mitad, fuera de Estados Unidos). Una chica común y corriente que todos los días emite su propio programa de televisión de tres a cinco minutos por Internet en el que da su particular visión de la realidad. Hacerlo cuesta 20 dólares por día, cuenta con una cámara Sony HDV de 14 mil dólares y un “set” en el departamento de Andrew Baron, el productor, en el West Side de Nueva York.

Inteligencia colectiva y videos en la web

Wikipedia es el ejemplo más completo de algo nuevo: la inteligencia colectiva. La enciclopedia on line, gratuita y redactada por sus usuarios ya tienen 1 millón de artículos en su versión en inglés y es 12 veces más grande que la versión impresa de la enciclopedia Británica. Más de 100.000 personas de todo el mundo han contribuido. Tiene más visitantes que los sitios del New York Times, CNN y otros. Como en Wikipedia, los usuarios del portal sobre desarrollo sostenible podrán editar contenidos, polemizar con ellos y subir sus propios artículos, fotos y hasta videos. Es uno de los principios claves del nuevo paradigma: los usuarios agregan valor.
Los videos en la web son desde hace un tiempo “la próxima moda” de Internet.

En diciembre nació YouTube con la idea sencilla de hacer más fácil subir videos caseros a la web. Antes de su lanzamiento oficial, 1 millón de videos ya habían sido subidos. En marzo de 2006, se subieron 35.000 videos por día y la gente miró 40 millones de videos por día. Fue el nacimiento de la “clip culture”. Una investigación de Online Publishers Association realizada en febrero indicó que el 69% de los usuarios norteamericanos habían mirado videos en Internet, que el 24% lo hacía al menos una vez al mes y que el 5% todos los días.
Ahora, todas las empresas de Internet, desde Yahoo hasta Amazon, están interesadas en ofrecer videos. Y los medios más tradicionales, como Disney y su cadena de televisión ABC, también. La idea novedosa es que uno pueda ver un programa cuando quiere. Cambian los contenidos, los formatos y también los soportes. Estos videos pueden ser vistos desde un celular, un iPOd, una laptop y hasta subirlos y verlos una vez más por televisión.

Cambios técnicos

Pero la revolución de los medios participativos no sería posible si no se hubieran dado en los últimos cinco años (y sigue en plena transición) cambios técnicos fundamentales. Tras el colapso de las “punto com” en el 2001, la web dio un giro fundamental. De la explosión de aquella burbuja sólo sobrevivieron aquellos software, sites y propuestas que hoy conforman lo que muchos llaman la era de la Web 2.0. Ya no se trata simplemente de Internet, porque en su infraestructura no implica únicamente el acceso a la red, que ya lleva décadas de existencia, sino de un acceso ampliamente difundido, siempre on line y de banda ancha. Un acceso en el que la velocidad de upload pronto igualará a la de download.
En el nuevo paradigma, los sitios pequeños constituyen la gran mayoría de los contenidos de Internet. El éxito de Google (y su servicio de publicidad Google AdSense), por ejemplo, fue llegar a la red entera, a sus extremos y no sólo a su centro, a la larga cola y no sólo a la cabeza.

Así, las empresas más competitivas serán aquellas que alcancen una masa crítica de información gracias a los agregados de los usuarios y que transformen esos agregados en servicios del sistema. Por ejemplo, Amazon empezó con una base de datos como cualquier otra, pero se diferenció porque la fue ampliando, agregando las tapas de los libros, sus índices y materiales de muestra. Permitió que cada usuario hiciera su lista de productos deseados, fomentó que agreguen datos sobre cada producto, para que funcione como sus propias referencias bibliográficas.
Second Life es otro exponente de la Web 2.0. Un juego de rol, un simulador de la vida real en el las unas 170.000 personas ya crearon un avatar (un alter ego, su personalidad en este mundo virtual) y están creando cosas: desde una casa, música, ropa o un negocio. La gente posee el copyright por todo lo creado en Second Life, comercian en Linden dollars, que luego pueden cambiar por dólares de verdad. Hasta algunos filman películas con un costo mínimo. Según The Economist, este metaverse (universo metafísico) tiene por ahora más éxito en países con clima hostil y conexión de banda ancha rápida.