Clemencia
Definición RAE:
1. Compasión, moderación al aplicar justicia. |
Clemencia es una palabra que deriva del latín. Exactamente procede de “clementia”, que puede traducirse como “misericordia”.
La noción de clemencia alude a la piedad o la misericordia. El término está vinculado a la mesura a la hora de la aplicación de justicia.
Quien tiene clemencia se compadece del otro: puede sentir empatía y experimentar el padecimiento ajeno. Por eso ser clemente implica perdonar a alguien o brindarle asistencia en una situación difícil. La clemencia, más allá del sentimiento, se pone en práctica, de lo contrario no existe.
Es habitual que este concepto aparezca cuando un juez, un tribunal u otro tipo de autoridad se disponen a decretar o a ejecutar un castigo. El individuo a punto de ser castigado puede pedir clemencia para que la pena no sea tan dura.
Para el cristianismo, la clemencia es la virtud que se opone a la crueldad. Fue la virtud propia de los príncipes cristianos, quienes la ejercían con los reos de muerte, especialmente los Viernes Santos en memoria del Divino Crucificado.
Según Cicerón, el ánimo excitado hacia el odio, es decir, a castigar con dureza, se calma por la clemencia, para no imponer un castigo más duro que el debido: la clemencia no modera directamente el odio, sino el castigo.
Beneficios de la clemencia
- La clemencia, por el hecho de disminuir los castigos, se acerca en gran medida a la caridad, que es la más excelente de las virtudes al hacer que practiquemos el bien al prójimo y evitemos el mal del mismo.}
- El superior que actúa con clemencia no demuestra debilidad sino fortaleza, como dijo Mahatma Gandhi: “La clemencia es patrimonio de los fuertes... es mucho más noble que el castigo. El perdón es el ornato del guerrero”.
- Trabajar con clemencia significa juzgar con indulgencia: es no prestar atención a cada problema insignificante y no exagerar los errores y los fracasos de los demás. Si conocemos nuestros propios errores y defectos, entonces somos tolerantes con respecto a los errores y defectos de los demás.
- Ser clementes implica sancionar moderadamente, con sentimientos, preocupándonos por la persona y las circunstancias. Toda persona es imperfecta; nadie es virtuoso.
- La clemencia nos permite mirar cada injusticia que soportamos como una oportunidad para demostrar nuestra capacidad de perdonar.