Compras inclusivas
Formar parte de la cadena de valor de las grandes empresas tradicionales permite a pequeños emprendimientos productivos ganar escala, pero también este vínculo genera múltiples desafíos. Eso es la economía inclusiva, que depara luego en que podamos hacer compras inclusivas.
Empresas (públicas o privadas) y organizaciones productivas con integrantes en situación de vulnerabilidad (cooperativas, asociaciones, redes productivas, entre otras) no se suelen articular espontáneamente y con facilidad. Hay diferencias de tamaño, lógicas, recursos, espacios y vínculos. Cuando entran en sintonía y se unen se da este círculo virtuoso. Elegir comprar un producto que pasó por este proceso es elegir hacer una compra inclusiva.
Por eso es importante crear condiciones propicias para que se encuentren. Cuando esto ocurre, la articulación fluye con normalidad y determina condiciones convenientes (ganar - ganar) para ambas partes.
En estos casos, otra economía emerge generando trabajo digno, promoviendo el consumo consciente y distribuyendo oportunidades entre aquellos que más lo necesitan.
¿Cómo hacemos para que se conozcan y se generen compras inclusivas?
CODE es un programa que intenta dar una respuesta a esta pregunta. Busca construir una comunidad empresarial con decisión de distribuir oportunidades, generando trabajo digno especialmente en los sectores más vulnerables. "Es una empresa social que se basa en incidir en los hábitos de consumo", señala Pablo Ordoñez, su fundador. Luego de un proceso de reuniones con empresas, CODE presentó un documento, que clarifica los desafíos que aparecen tanto para las grandes firmas como para las empresas sociales. Si bien es claro que ambos actores se encuentran en una situación de asimetría, es importante superar algunos obstáculos para lograr un vínculo que los beneficie a los dos.
• Los principales desafíos para los grupos asociativos productivo:
1. Fortalecer la “mirada” de negocios (en términos generales).
2. Ampliar las capacidades de gestión desde los códigos de mercado.
3. Disminuir los “prejuicios” sobre el funcionamiento de la economía de mercado.
• Los principales desafíos para las empresas:
1. Profundizar la mirada empática.
2. Disminuir los “prejuicios” sobre el funcionamiento de la economía de base social.
3. Fortalecer el enfoque de sostenibilidad.
4. Trabajar de manera anticipada la demanda de bienes y servicios.
5. Revisar plazos de pago (el circuito en general).
• Los principales desafíos del vínculo entre unidades productivas y empresas:
1. Pensar en términos de transacción comercial (opuesto a la idea de ayuda o caridad).
2. Estimular la reciprocidad y empatía en la relación humano-comercial.
3. Animar procesos innovadores en relación a la tradicional lógica que dinamiza el vínculo entre oferta y demanda.
4. Identificar y precisar el impacto territorial de los negocios.
¿Qué genera una compra inclusiva en las comunidades?
Durante la presentación del documento de CODE participaron distintas empresas sociales, que compartieron la sensación que se genera cuando se concreta una venta.
"Cerrar una orden de compra es dignificar a la comunidad", dice Mariana Coronel, coordinadora de la Oficina de Empleo La Juanita. La organización de la Matanza tiene diversos emprendimientos: panadería, taller textil, producen cuadernos corporativos, servicio de call center, entre otros.
Raúl Lucero, responsable de Granja Andar, una organización ubicada en Moreno que promueve oportunidades para personas con discapacidad y da servicio de catering, sostiene: "Una orden de compra es un puente. No se puede hablar de autonomía sin plata en el bolsillo. La libertad es posible cuando se tiene un trabajo digno".
Por su parte, Emilia Salis, referente del Arca Galpón en Salta, una organización comunitaria de pequeños productores producen textiles, servicios, alimentos y artesanías, afirmó que "nos sentimos parte de la empresa cada vez que cerramos un servicio. Nuestra comunidad genera valor y cuando lo aceptan se sienten útiles".