Dirigir
| Definición RAE
1. Enderezar, llevar rectamente algo hacia un término o lugar señalado. 2. Guiar, mostrando o dando las señas de un camino. |
El término dirigir proviene del latín dirigĕre, que alude a “poner derecho” y “encaminar correctamente”. En su sentido original, refiere a alinear fuerzas dispersas y conducirlas hacia un fin común.
Dirigir remite a la capacidad de orientar acciones, personas y procesos hacia un objetivo definido con claridad de propósito. Se trata de indicar un camino y marcar el rumbo, sosteniendo el sentido de lo que se hace y haciéndose cargo del trayecto completo, incluidos sus desvíos y ajustes.
Como valor, implica asumir una función activa frente a la complejidad. Supone decidir, priorizar, asignar recursos, establecer criterios y ofrecer referencias claras. Allí donde hay dirección disminuye la improvisación, se ordena la acción y el esfuerzo adquiere coherencia. La dirección convierte la intención en acción organizada.
Dirigir implica responsabilidad, porque quien dirige influye, y toda influencia exige conciencia y ética. Una dirección valiosa se basa en el equilibrio entre firmeza y flexibilidad al definir objetivos con claridad, pero habilitando márgenes de autonomía para alcanzarlos.
Dirigir también se expresa en el plano personal: hay dirección cuando una persona logra gobernar su propia conducta y orienta sus decisiones de acuerdo con valores, prioridades y metas. En este sentido, dirigir es una forma de autodominio y de coherencia interna.
Implica asumir el compromiso de dar rumbo, orientar, decidir y sostener un camino con criterio, humanidad y visión.
Beneficios de dirigir
● Potencia el desarrollo de otros al orientar, acompañar y habilitar aprendizajes.
● Clarifica objetivos, evitando dispersiones y esfuerzos inconducentes.
● Optimiza recursos, al ordenar prioridades y asignar energía donde realmente importa.
● Reduce la incertidumbre, ofreciendo referencias claras en contextos complejos o cambiantes.
● Mejora la coordinación, alineando acciones individuales con metas compartidas.
● Facilita la toma de decisiones, al establecer criterios y marcos de acción.