Habilidad distintiva de una empresa
La habilidad o capacidad distintiva busca de identificar aquello que una empresa sabe hacer extraordinariamente bien, la distingue de las demás que operan en el mismo segmento de mercado o sector, y que puede constituir un elemento central de su estrategia.
La formulación de la estrategia de una empresa se puede hacer de dos maneras: la más común es empezar por un análisis del entorno en que opera, para después pasar al análisis interno y a la decisión de armar un plan estratégico.
La segunda manera es iniciar con un estudio interno de capacidades y recursos, hacer después el análisis externo de las opciones viables dadas en base a las capacidades internas, y así llegar a la estrategia futura.
Este segundo proceso de hacer un plan estratégico de adentro hacia fuera, empezando por lo que es y lo que sabe hacer bien (capacidad distintiva), es el hilo conductor de la más reciente teoría de la estrategia.
¿De dónde viene la capacidad distintiva de una empresa?
Generalmente es el reflejo de su estrategia pasada, de sus inversiones en instalaciones, innovaciones, tecnología y en capacitación del personal, las cuales se han institucionalizado como algo que distingue a una empresa de las otras.
Para identificar la capacidad distintiva es necesario analizar primero cuáles son los recursos disponibles, precisar hasta qué punto son fortalezas o debilidades. Comparar a la empresa con otras que ofrecen un producto o prestan un servicio semejante y concluir sobre lo que diferencia a cada una.
La pregunta clave es: ¿qué sabe hacer esta empresa que nadie más sabe hacer?
La capacidad distintiva va a ser el eje del plan estratégico, aquello en lo cual basaremos las acciones que nos llevarán a alcanzar los objetivos de largo plazo.
Frecuentemente la capacidad distintiva responde a una configuración de actividades, a una combinación de fortalezas, a una tradición de excelencia en algo muy concreto, que la organización ha llevado a ser parte de su ADN, de su esencia e identidad.
La sostenibilidad de la organización depende de que desarrolle una capacidad distintiva congruente con su Misión.
Como se sabe, la Misión es aquello a lo que se dedica la empresa, lo que la identifica por lo que hace, por cómo lo hace, para quién trabaja o por qué lo hace.
De esta manera, el alineamiento entre la capacidad distintiva y la Misión es esencial, como un peldaño fundamental para el desarrollo del plan estratégico.
Paradójicamente este concepto es tan viejo como el uso de la estrategia en la administración (P. Selznick, 1957), pero es también la espina dorsal de la nueva teoría de la estrategia basada en recursos internos.