La comunicación y la movilización social en la construcción de bienes públicos
Artículo de José Toro y Martha Rodriguez
¿Cómo lograr que una reforma política, social o económica sea comprendida y apoyada por la sociedad? ¿Cómo movilizar sectores de población para que se comprometan y participen en el logro de determinados propósitos colectivos que se suponen útiles para el desarrollo? ¿Cómo articular los intereses de la administración pública con los intereses de las comunidades locales?. Estas y otras preguntas similares forman parte de los interrogantes prácticos que los políticos, administradores públicos y líderes democráticos se hacen continuamente.
Todo proyecto, programa o reforma que involucre la aceptación y el compromiso de la voluntad de los afectados (positiva o negativamente) debe poner especial atención a las estrategias comunicativas. Si la propuesta de reforma o el proyecto no tienen sentido para los implicados, la implementación tiene muchas dificultades y la sostenibilidad es dudosa.
El éxito de una propuesta de transformación social o política depende de la calidad de, al menos, cuatro factores: diseño, planeación, gestión y sentido.
La creación, transformación y difusión de sentidos y significados es la tarea de la comunicación y la movilización social.
El propósito de este documento es ofrecer a políticos, administradores públicos y líderes sociales un modelo de comunicación y movilización social, con un conjunto de criterios y comprensiones, que se espera puedan ser útiles para la orientación y toma de decisiones en los procesos comunicativos que requieren los proyectos de desarrollo y de reformas en nuestros países.
El modelo que aquí se propone, como las comprensiones y criterios, fueron desarrollados inicialmente entre 1986 y 1996 en la Fundación Social (Colombia), con el propósito de movilizar 20.000 escuelas de educación básica (públicas y privadas) y a sus educadores hacia la toma de un conjunto de decisiones para mejorar el rendimiento educativo, introducir los principios básicos de convivencia y fortalecer los códigos de la modernidad en el sistema educativo . En la segunda mitad de los años 90s, el modelo fue aplicado, con adaptaciones, en la Reforma Educativa del Estado de Minas Gerais (Brasil). Durante este mismo período, el modelo fue aplicado también en Brasil por el Instituto de Aguas, para la movilización de la sociedad sobre el cuidado del agua. En Colombia también ha sido aplicado en dos grandes procesos de movilización: en el Plan de Incentivos a los Educadores y en la reconstrucción del Eje Cafetero a raíz del terremoto de enero de 1999 .
Si la comunicación es comunicación de sentidos, se requiere explicitar cuál es el sentido de este documento. Como lo dice el título, aquí la comunicación y la movilización están orientadas a la construcción de la democracia, la participación ciudadana y la construcción de lo público.
Es muy difícil predecir el tipo de decisiones que debe tomar, respecto a la comunicación, un líder social o un político. ¿Cómo comunicar a la sociedad una decisión que tiene fuertes consecuencias?. ¿ Qué es más útil para convocar y comprometer a una sociedad local o nacional en una innovación o transformación social: el debate público, la publicidad o un sistema de noticias?. ¿Y cuál escoger?, la radio, la televisión, la prensa, el internet… o el rumor?. ¿Por qué a veces es más efectiva una hoja volante o un panfleto, que la publicidad en televisión?.
En última instancia, todo decisor decide según su forma de ver el mundo, según su cosmovisión. Una cosmovisión democrática lleva a tomar decisiones comunicativas que favorezcan la inclusión, la participación, la transparencia, el debate público, la libertad de expresión y la diversidad cultural. Un decisor democrático toma decisiones comunicativas con sentido democrático y a favor de la construcción de lo público, de lo que conviene a todos, de igual manera, para su dignidad.
Es este sentido democrático de lo público, lo que le permite al decisor orientar a sus expertos y técnicos, asesores en comunicación. Ellos le pueden proporcionar al decisor los mejores instrumentos, modelos y medios, pero el sentido lo da el decisor. La comunicación es ante todo comunicación de sentidos.
Por eso, se parte del supuesto que la construcción de la gobernabilidad democrática y de lo público, son dos grandes desafíos que nuestros países deben enfrentar para hacer posible el desarrollo equitativo.
Dentro de este conjunto de observaciones y antecedentes, este documento se ha estructurado así:
Capítulo 1. La Comunicación como competencia de sentidos. Se pretende ofrecer al lector unas comprensiones básicas de la comunicación, los tipos de comunicación y el papel de los medios de comunicación.
Capítulo 2. La construcción de lo público. Se delimita lo público desde diferentes perspectivas y el valor del tejido social (la organización social) en los procesos comunicativos.
Capítulo 3. Los principios básicos de la democracia. Se pretende proporcionar un discurso sólido, sencillo y estructurado acerca de la democracia.
Capítulo 4. El modelo de comunicación macrointencional. Se explicita técnica y pedagógicamente el modelo de comunicación y movilización social fundado sobre los criterios de los capítulos anteriores.
Se ha procurado darle a cada capítulo su propia autonomía, aunque están profundamente interrelacionados. El lector puede leerlos en cualquier orden y les encontrará sentido.
Se incluye una serie de insertos (recuadros) con el propósito de adicionar información útil sin afectar la estructura central.
Hacer, de los proyectos y programas de reforma, procesos para fortalecer la participación, la gobernabilidad y lo público, requiere de una visión, de un sentido de la democracia y de lo público. Si este sentido existe en los líderes, sus decisiones, orientaciones y discursos serán creadores de sentido, serán actos comunicativos democráticos. Así, la comunicación intencional (las estrategias de comunicación) puede fortalecer coherentemente el desarrollo de los proyectos. La comunicación es comunicación de sentidos, los medios son sólo un recurso para transmitir y difundir esos sentidos. Los medios no crean el sentido.