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Revisión del 00:21 8 sep 2023
Innovación es un cambio que introduce novedades. Y se refiere a modificar elementos ya existentes con el fin de mejorarlos o renovarlos. Esta palabra proviene del latín "innovatio", que significa "crear algo nuevo". En el uso coloquial y general, el concepto se utiliza de manera específica en el sentido de nuevas propuestas, inventos y su implementación económica. En el sentido estricto, en cambio, se dice que de las ideas solo pueden resultar innovaciones luego de que ellas se implementan como nuevos productos, servicios o procedimientos, que realmente encuentran una aplicación exitosa, imponiéndose en el mercado a través de la difusión.
En economía, Joseph Schumpeter fue quien introdujo este concepto en su “teoría de las innovaciones”, en la que lo define como el establecimiento de una nueva función de producción. La economía y la sociedad cambian cuando los factores de producción se combinan de una manera novedosa. Sugiere que invenciones e innovaciones son la clave del crecimiento económico, y quienes implementan ese cambio de manera práctica son los emprendedores.
También se utiliza el concepto de innovación en las ciencias humanas y en la cultura. La búsqueda a través de la investigación de nuevos conocimientos, soluciones o vías de solución, suponen curiosidad y placer por la renovación. Los conceptos de vanguardia y creatividad se hacen relevantes en este contexto.
Generalidades
Desde un punto de vista histórico, ha habido períodos en los que las novedades aparecen por oleadas. Aparentemente, esto sería porque ciertas condiciones sociales favorecen el surgimiento de innovaciones (la necesidad trae el ingenio). El término innovación refiere a aquel cambio que introduce alguna novedad o varias.
Cuando alguien innova, aplica nuevas ideas, productos, conceptos, servicios y prácticas a una determinada cuestión, actividad o negocio, con la intención de que sean útiles para el incremento de la productividad. Una condición esencial de la innovación es su aplicación exitosa a un nivel comercial, porque no solamente vale inventar algo, sino que, además, lo destacado resultará introducirlo satisfactoriamente y con repercusión en el mercado para que la gente lo conozca, en lo que sería una primera instancia, y luego para que pueda disfrutar de la creación en cuestión.
La innovación puede surgir de manera casual (un ejemplo famoso es el del descubrimiento de la penicilina) o tras una búsqueda sistemática, por ejemplo, vía I+D investigación y desarrollo (en inglés, R&D research and development).
Las culturas occidentales tradicionalmente acentúan más bien el aspecto activo de la creatividad, en el sentido del significado de la palabra latina “creare”, que significa crear, producir y configurar.
En el antiguo Egipto y en las culturas orientales aparece por el contrario la creatividad como el “introducir” algo en un proceso de crecimiento natural, lo que apunta a la segunda raíz lingüística de la creatividad: “creceré” (crecer, transformarse, suceder, hacer crecer).
Una invención no es aún una innovación. Con el concepto de invento, se engloba desde las nuevas ideas hasta la construcción de prototipos o el desarrollo concreto de una concepción, pero en la fase previa al mercado. En cambio, se puede hablar de innovación en el sentido económico recién cuando transforma el proceso de producción de algo en una economía política determinada.
La innovación es un proceso que consiste en convertir una idea creativa en una solución a un problema o una necesidad. Puede realizarse a través de mejoras y no solo de la creación de algo completamente nuevo.
Clasificación
Nuevo puede significar en este sentido una auténtica novedad mundial o bien, una novedad subjetiva desde una perspectiva de una única empresa, o de un trabajador. En la actualidad se distinguen una serie de categorías de innovación. Se mencionan aquí algunos de las áreas temáticas relevantes:
• Innovación técnica
• Innovación de los servicios
• Innovación de los modelos de negocio
• Innovación del diseño
Las innovaciones pueden distinguirse según la forma de su surgimiento:
• Innovación cerrada (Closed Innovation), donde los innovadores se encuentran solamente dentro de una organización.
• Innovación abierta (Open Innovation), donde las organizaciones de un mundo crecientemente diversificado con el conocimiento internacionalmente disperso ya no pueden quedarse solamente con su propia fuerza innovadora, sino que están cada vez más supeditados a la integración y utilización de informaciones y competencias externas).
También se clasifican de acuerdo a su grado de “novedad”. Aquí se considera la combinación entre el propósito del objeto o producto, y los medios con los que se alcanza ese propósito. Si una innovación alcanza valores altos en ambas dimensiones, se habla entonces de una innovación radical, disruptiva o revolucionaria.
Utilización del concepto en economía
Según Joseph Schumpeter (en Theorie der wirtschaftlichen Entwicklung /Teoría del desarrollo económico, 1911) la innovación es la imposición de una novedad técnica u organizacional en el proceso de producción y no simplemente el correspondiente invento.
Un innovador es para Schumpeter el “empresario creador”, en contraposición con el empresario que simplemente aprovecha para obtener ganancias las diferencias de precios existentes. En la búsqueda de nuevos campos de acción, el empresario creador impulsaría el proceso de la destrucción creativa. Sus motivaciones son las posiciones de monopolio (a corto plazo) basadas en la innovación, las que le proporcionan al empresario una ganancia como “pionero”. Esto es, ventajas en dinero (también llamadas premio a la innovación) que surgen a través de las mejoras innovadoras, por ejemplo, a través de la alta productividad que trae consigo una innovación de procedimientos o a través de precios monopólicos más altos por una innovación de productos.
Según Jürgen Hauschildt, la innovación se trata esencialmente de algo “nuevo”: nuevos productos, nuevos mercados, nuevos modelos, nuevos procedimientos, nuevos procesos, nuevas vías de distribución, nuevas frases publicitarias, etc. El resultado de las innovaciones es algo “novedoso”, que se diferencia notablemente del estado anterior dado. Esta novedad debe ser perceptible; una innovación solo puede ser tal para quien la percibe. La novedad consiste en que los propósitos y los medios se enlazan entre sí de una forma que hasta ese momento no se conocía. Ese enlace tiene que validarse económicamente en el mercado o dentro de la empresa. Así, puede alcanzarse un propósito dado (por ejemplo, la marcha de un automóvil) con nuevos medios (hidrógeno, autogas, gas natural, etc.) o bien, para medios ya dados (por ejemplo, una línea telefónica existente) puede crearse un propósito nuevo (su utilización para la transmisión de datos en Internet). La mera generación de una idea no es suficiente. Es recién su uso o su venta lo que diferencia una innovación de una invención.
Peter Drucker fue uno de los primeros científicos que se ocupó de investigar qué fuentes existen para la innovación. En 1986 identificó siete fuentes que se suman a la “gran idea”. Aunque esta última tiene gran encanto, lo más frecuente es que fracase.
1. Lo inesperado: Consiste en estar preparado para todo, desde el éxito al fracaso inesperado. La idea es adaptarse a las diversas oportunidades.
2. La incongruencia: También habla de aprovechar las oportunidades que se generan a raíz de la incoherencia.
3. La innovación basada en la necesidad del proceso: Es propia de quienes están insertos en los procesos de la propia empresa o de sus clientes.
4. Cambios en la estructura del sector industrial o en la estructura del mercado.
5. Cambios demográficos o poblacionales.
6. Cambios en percepción, disposición y significado.
7. Nuevo conocimiento, tanto científico como no científico. La innovación basada en conocimiento es más difícil de controlar. Es bastante común que el creador de la nueva tecnología no sea quien aproveche la oportunidad de negocio. Para revertir esto se necesita conocer las condiciones de implementar la innovación como algo negociable, el posicionamiento estratégico de la innovación y la práctica de la administración emprendedora, un conjunto de actividades que ofrece disciplina al proceso, evitando así múltiples trampas.
Al autor Clayton Christensen se le considera el descubridor de la innovación disruptiva. Esta se orienta al objetivo de interpelar a nuevos mercados o nuevos grupos de clientes a través de un cambio radical de los productos.
Enfoque multidimensional
El número de definiciones del concepto de innovación parece haber crecido de manera aún más rápida que el número de investigadores de la innovación. Se pueden observar las aproximaciones más contradictorias: es así como innovación puede designar, al parecer en igual medida, a los productos como también al proceso de su fabricación o a su distribución.
Aun así, existe concordancia entre los autores en que la innovación, por lo menos y según indica su raíz, tiene que mostrar una relación con lo nuevo. “Nuevo” no se refiere en este contexto solamente al horizonte temporal, sino que remite también a una dimensión objetiva y social:
• Innovación como novedad: En la dimensión objetiva de la innovación observamos la singularidad de artefactos, productos, métodos o servicios hasta ahora desconocidos y sin precedentes hasta el momento.
• Innovación como cambio: En la dimensión temporal, las innovaciones se nos presentan como nuevos procesos (los que por su parte conducen, en todo caso, a artefactos novedosos) en el sentido de transformaciones, de difusiones o simplemente de cambios.
• Innovación como ventaja: En la dimensión social nos referimos a formas nuevas de ventajas, que van acompañadas de nuevas formas de administrar la interpelación del público al que se orientan (por ejemplo, la selección de nuevos y atractivos productos y su utilización como símbolos de estatus) y que pueden verse como progreso o adelanto.
Otras teorías sobre la innovación
Se ha debatido mucho si la innovación es empujada por los proveedores (basada en nuevas posibilidades tecnológicas) o por la demanda (basada en necesidades sociales y del mercado). Según Marquis, “el reconocimiento de la demanda es un factor más frecuente en innovación que el reconocimiento del potencial técnico”.
Una parte de las innovaciones inducidas por la demanda son las realizadas por los propios consumidores. Eric von Hippel, estudió en profundidad las innovaciones producidas por los usuarios pioneros (o lead users), a los que considera una destacada fuente de innovación, debido a que se anticipan a la tendencia del mercado y a que disponen de los conocimientos e incentivos para desarrollar sus propias soluciones. Por ello, las empresas pueden obtener provecho estudiando sistemáticamente a los mencionados usuarios pioneros.
La innovación en los negocios se consigue de diferentes maneras. Pueden ser desarrolladas por modificaciones realizadas en la práctica del trabajo, por intercambios y combinaciones de experiencia profesional, y de muchas otras formas.
Las innovaciones más radicales y revolucionarias suelen provenir de las áreas de investigación y desarrollo, mientras que las más incrementales suelen emerger de la práctica, pero existen excepciones a cualquiera de estas dos tendencias. En ambos casos, las innovaciones suelen documentarse y protegerse mediante patentes u otro esquema de propiedad intelectual. De hecho, según Michael Porter el nivel de innovación de una región puede estimarse con la cantidad de patentes generadas.
Para patentar una innovación no es necesario que esta sea una novedad tecnológica. Por ejemplo, cuando McDonald's aplicó el concepto de línea de producción para crear un restaurante, la innovación consistió en la ventaja de utilizar trabajadores con poca experiencia para fabricar grandes cantidades de alimento en una calidad estándar y de forma muy rápida, inventando la industria del fast food. Hoy ese método de negocio podría haberse protegido por una patente estadounidense, aunque no se produjo allí ninguna novedad tecnológica.
Innovación para una red específica, de acuerdo con Regis Cabral, es un nuevo elemento introducido en la red que cambia, aunque sea momentáneamente, el costo de las transacciones entre al menos dos actores, elementos o nudos, de dicha red.
La tercera edición del Manual de Oslo (OECD, 2005) define la innovación como la introducción de un nuevo, o significativamente mejorado, producto (bien o servicio), de un proceso, de un nuevo método de comercialización o de un nuevo método organizativo, en las prácticas internas de la empresa, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores.
Administración de la innovación
La administración de la innovación se estructura típicamente en tres fases:
1. Fase de impulso: Observación de tendencias, identificación de tecnologías que se orientan al futuro.
2. Fase de evaluación: Idoneidad para el área específica.
3. Transferencia tecnológica: El proyecto se realiza en serie.
Software de innovación
Para agilizar todo el proceso de gestión de la innovación en la empresa se han desarrollado una serie de herramientas software que simplifican dicho proceso:
• Herramientas de vigilancia tecnológica: sirven a la empresa u organización que la use para conocer las últimas tendencias tecnológicas en su campo.
• Herramientas de gestión de patentes: ayudan a llevar un inventario de todas aquellas patentes en las que se está trabajando o que se han adquirido por parte de la empresa.
• Herramientas de gestión de ideas: permiten recabar y posteriormente gestionar las ideas de los clientes y empleados de las empresas para convertirlas en innovación.
• Herramientas de gestión de conocimiento: documentan el conocimiento interno de las empresas, para que este luego pueda ser estudiado y aplicado a nuevas ideas de negocios y/o producto.
Investigación en innovación
La investigación en innovación se ocupa, por una parte, de preguntarse acerca de qué condiciones determinan y en cuáles procesos socio-económicos tienen lugar las innovaciones. Es decir, se preocupa de investigar la génesis de las combinaciones de campos de aplicación de la resolución de problemas, como asimismo de la generación y desarrollo un sistema regional o nacional de innovación. Esto puede referirse tanto a una innovación de producto, como a una forma organizacional, una tecnología, un procedimiento o un campo de aplicación.
Por otra parte, la investigación en innovación se interesa por el cómo se pueden realizar esas metas; trabaja entonces con los procesos de innovación.
Difusión de innovaciones
Según Everett M. Rogers, los siguientes factores desempeñan un papel en la difusión (imposición en el mercado) de las innovaciones:
1. La ventaja subjetiva de una innovación (por ejemplo, la ganancia de prestigio, etc.)
2. La compatibilidad con un sistema de valores dado.
3. La complejidad, es decir, la sencillez sentida en el primer contacto.
4. La posibilidad de ser probado (posibilidad de experimentar con la innovación).
5. La visibilidad de la innovación.
Últimamente, el interés de la investigación se orienta de manera creciente hacia la dependencia del camino (path dependence, en inglés) de los procesos de innovación y sus resultados. Aquí ocupa un lugar central el supuesto de que el pasado del desarrollo de una organización, de un producto, una tecnología, etc., influencia y limita las posibilidades de desarrollo futuras (history matters). Por eso, si se considera su historia, no cualquier meta de innovación deseada es alcanzable.
Si se confirmaran los conocimientos que hasta ahora se tienen, esto tendría consecuencias para la práctica de la innovación en las empresas: si estas quieren innovar, ya no tienen que ir como lemmings detrás las tendencias de moda o las concepciones de corta vida. Más bien se trata de orientar más claramente la mirada hacia los potenciales propios y su formación histórica para elaborar las ventajas comparativas respecto de la competencia sobre la base de sus características propias.
Es así como se distingue también innovación de producto, procedimiento, modelo de negocio, de la administración (o gerencia) de la innovación, donde este último concepto aparece como el más promisorio, dado que los administradores (gerentes) son la última instancia de decisión y determinan la forma de distribución de los recursos. Las innovaciones de producto y de procedimiento son en este sentido resultado de las innovaciones de administración. Por el otro lado, están los hallazgos de la investigación de innovación, según los cuales la innovación surge sobre todo entre sistemas y culturas, o bien en el diálogo entre actores diferentes.
Indicadores de Innovación
El Indicador de Innovación, compuesto por 150 indicadores individuales, es citado en otras publicaciones internacionales para la medición y comparación de la capacidad de innovación de los países industriales. La medida entera se compone de varios subindicadores específicos (por ejemplo "educación" o "participación femenina"), los que a su vez han sido agregados a partir de los indicadores individuales. Los subindicadores confluyen ponderadamente en el valor del “indicador general de innovación”.
En el año 2011 (con datos de 2010), el indicador de innovación comparo 26 países, utilizando una escala de 0 a 100 para la puntuación. El primer lugar lo ocupó Suiza con 76 puntos, inmediatamente seguido por Singapur, con 63 puntos, Suecia en la tercera posición, con 61 puntos, EE. UU. en el 9° lugar, con 53 puntos y Alemania en el 4° puesto, con 57 puntos.
En 2009, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, organizó la publicación del Índice Global de Innovación. Este índice, muestra de una forma clara y bien documentada el lugar que ocupan más de 120 países que participan en el reporte, en cuanto a su papel como países innovadores. Adicionalmente, el GII (por sus siglas en inglés), viene desagregado por indicadores y métricas que permiten analizar el comportamiento innovador de los países participantes.
Importancia del proceso de innovación en la empresa
En el entorno actual, la empresa está obligada a desarrollar recursos humanos, sistemas de información y capacidades tecnológicas acordes con los nuevos desafíos. De ahí la importancia que tiene el proceso de innovación. Esto implica la renovación y ampliación de procesos, productos y servicios, y cambios en la organización, la gestión y en las calificaciones del capital humano. Por lo tanto, no debe entenderse como un concepto puramente técnico, sino que tiene raíces de carácter económico-social, y su análisis necesita de la comprensión de sus dos características esenciales:
• La innovación tiene como objetivo explotar las oportunidades que ofrecen los cambios, lo que hace que sea fundamental en la generación de una cultura innovadora que permita a la empresa ser capaz de adaptarse a las nuevas situaciones y exigencias del mercado en que compite.
• El carácter innovador tiene su base en la complejidad del proceso de investigación tecnológica y en las alteraciones de la naturaleza imprevisible que mueven el mercado y la propia competencia.
La actitud innovadora es una forma de actuación capaz de desarrollar valores y actitudes que impulsen ideas y cambios que impliquen mejoras en la eficiencia de la empresa, aunque suponga una ruptura con lo tradicional. El mundo empresarial está invadido últimamente por la locura innovadora; los libros sobre gestión de la innovación florecen en las librerías y cientos artículos aparecen en las revistas de gestión. ¿Por qué se escribe tanto sobre innovación? Como el crecimiento externo no es una opción al alcance de todos, queda “la innovación”, que se ha convertido en la “nueva frontera” de la gestión empresarial.
Concepto de innovación tecnológica
• Según Fernando Machado, CEO Global de Burger King, la innovación tecnológica es el acto frecuentemente repetido de aplicar cambios técnicos nuevos a la empresa, para lograr beneficios mayores, crecimiento, sostenibilidad y competitividad.
• Según Pavón e Hidalgo, el proceso de innovación tecnológica se define como el conjunto de las etapas técnicas, industriales y comerciales que conducen al lanzamiento con éxito en el mercado de productos manufacturados, o la utilización comercial de nuevos procesos técnicos. Según esta definición, las funciones que configuran el proceso de innovación son múltiples y constituyen una fuerza motriz que impulsa la empresa hacia objetivos a largo plazo, conduciendo en el marco macroeconómico a la renovación de las estructuras industriales y a la aparición de nuevos sectores de actividad económica.
De una forma esquemática la innovación se traduce en los siguientes hechos:
• Renovación y ampliación de la gama de productos y servicios.
• Renovación y ampliación de los procesos productivos.
• Cambios en la organización y en la gestión.
• Cambios en las cualificaciones de los profesionales.
Las innovaciones tecnológicas pueden clasificarse atendiendo a su originalidad:
• Radicales: se refieren a aplicaciones fundamentalmente nuevas de una tecnología, o combinación original de tecnologías conocidas que dan lugar a productos o procesos completamente nuevos.
• Incrementales: son aquellas que se refieren a mejoras que se realizan dentro de la estructura existente y que no modifican sustancialmente la capacidad competitiva de la empresa a largo plazo.
La innovación tecnológica puede ser de:
• Producto: se considera como la capacidad de mejora del propio producto o el desarrollo de nuevos productos mediante la incorporación de los nuevos avances tecnológicos o a través de una adaptación tecnológica de los procesos existentes. Esta mejora puede ser directa o indirecta:
o Directa si añade nuevas cualidades funcionales al producto para hacerlo más útil.
o Indirecta, si está relacionada con la reducción del costo del producto a través de cambios o mejoras en los procesos u otras actividades empresariales con el fin de hacerlas más eficientes.
• Proceso: consiste en la introducción de nuevos procesos de producción o la modificación de los existentes mediante la incorporación de nuevas tecnologías. Su objeto fundamental es la reducción de costos, porque además de tener una repercusión especifica en las características de los productos, constituye una respuesta de la empresa a la creciente presión competitiva en los mercados.
Cuatro características de la innovación
- La innovación no está restringida a la creación de nuevos productos: una innovación puede también referirse a un nuevo servicio (banca telefónica) o a cómo se vende o distribuye un producto (Ikea o Pizza Hut).
- La innovación no está restringida a desarrollos tecnológicos: una innovación puede también obtenerse a través de diferentes estructuras organizativas (Benetton), de la paquetización de la oferta actual (Virgin Airlines) o de una combinación de tecnología y marketing (Swatch).
- La innovación no está restringida a ideas revolucionarias: muchas empresas sufren a menudo del complejo de “o soy Thomas Edison o no soy nada”. Sin embargo, desde la perspectiva del accionista, una serie de pequeñas innovaciones “incrementales” son tan deseables como un (potencial) gran cambio que tenga lugar cada diez años.
- La innovación es el elemento clave que explica la competitividad. Porter (1990), afirmó: “La competitividad de una nación depende de la capacidad de su industria para innovar y mejorar. La empresa consigue ventaja competitiva mediante innovaciones”. También Francois Chenais enfatizó que: “La actividad innovadora constituye efectivamente, con el capital humano, uno de los principales factores que determinan la ventaja competitiva de las economías industriales avanzadas”.
Ambas definiciones dejan claro que la innovación acaba con la introducción con éxito en el mercado del producto. La estrecha conexión entre el concepto actual de competitividad y de innovación es evidente: decir que los nuevos productos deben tener éxito es lo mismo que decir que deben ser competitivos.
Definición de empresa innovadora
La empresa innovadora logra transformar los avances científicos tecnológicos en nuevos productos y procesos, mediante la adecuada y efectiva vinculación de la ciencia, la tecnología, la producción, las necesidades sociales y los requerimientos del mercado nacional e internacional. Es aquella, que mediante la sistemática aplicación de innovaciones, posee un nivel de organización de la gerencia empresarial y del proceso productivo, de modo que sus ofertas poseen calidad superior o igual a las mejores existentes en el mercado, que le permita cubrir sus costos y obtener ganancias. La definición de empresa innovadora abarca el accionar de la empresa en su totalidad:
• Contar con una estrategia de desarrollo definida.
• Tener visión para identificar (anticipar) los requerimientos de la economía (tendencias del mercado).
• Capacidad para obtener, procesar, asimilar información tecnológica y económica.
• Aptitud para lograr la cooperación interna (en toda su estructura funcional) y externa (con los centros de investigación, de educación superior, de asesoría y consultoría, clientes y proveedores).
• Constante interés por la superación profesional de todo el personal.
Tras la década de los noventa en la que se produjo un extraordinario crecimiento en la economía global y en la productividad, sobre todo en Estados Unidos, apoyándose en el potencial de Internet y las nuevas tecnologías, incluso se llegó a cuestionar el funcionamiento cíclico de la economía, (según la teoría de los ciclos económicos a una fase de expansión, caracterizada por aspectos como una fuerte actividad económica, aumento del consumo, creación de empleo o aumento de los precios, seguía una fase de contracción, donde se produce una caída importante de la inversión, la producción y el empleo, disminuye el gasto de los consumidores o aumento del déficit público y los beneficios empresariales descienden). Ahora bien, en estos momentos, el mundo se encuentra en una fase de contracción, y los gobernantes de las principales economías del mundo intentan conseguir de nuevo encontrar la senda que conduzca a una nueva fase de expansión.
Si se cambia del entorno macroeconómico a la gestión empresarial, es necesario conseguir, la fórmula que permita encontrar la senda del crecimiento. Y aquí también, según el ciclo económico, se imponen unas técnicas u otras para conseguir el objetivo. En la búsqueda de la mejora en la competitividad empresarial, de la obtención de ventajas competitivas, reducción de costos y el aumento de la eficiencia o incremento de las ventas, en cada ciclo económico se han destacado estrategias basadas en la producción “just in time”, el outsourcing, la mejora continua de los procesos de producción, la búsqueda de la calidad, la presencia en Internet, la inversión en nuevas tecnologías o la gestión del conocimiento, entre otras.
En la fase económica actual, los expertos vuelven la vista a una técnica que conocemos desde hace ya mucho tiempo: la innovación, y afirman que el futuro será de las empresas innovadoras. Así, en los últimos números de las publicaciones más prestigiosas sobre gestión empresarial, se menciona con especial énfasis cómo conseguir que la empresa innove, liberar la capacidad innovadora de las personas que forman parte de la organización o el tipo de innovaciones que son más factibles en la actualidad.
Innovación estratégica
Según Alejandro Llano, existe una estrecha relación entre responsabilidad empresarial e innovación. Para ello, la innovación debe ser liderada por las personas, libres de prejuicios, capaces de desmarcarse de los principios vigentes y pensar, desde la misma realidad, con actitudes inconformistas y radicales. Esto requiere a su vez de calidad ética y cultural, clima de confianza, un esquema organizativo al servicio de las personas –y no a la inversa–, interdisciplinariedad, y una constante actitud investigadora abierta, capaz de rectificar el rumbo.
Por su parte, Alfons Cornella señala que debemos experimentar y apoyar a la innovación, aprender de los errores, y asegura “No hay innovación sin riesgo. Se camina cayendo al andar”. Y apunta que serán las innovaciones “de negocio” (maneras diferentes de presentar un producto o servicio) las más frecuentes y las más accesibles para las empresas. Destaca que un elemento fundamental y crítico para que una innovación consiga la aceptación del mercado, es que sea fácil de comprender, de entender y de usar. En épocas como las de hoy tan cambiantes el factor clave del éxito no se da por jugar mejor que la competencia, sino sobre todo por la forma de modificar las reglas de juego. Es decir, buscar una nueva y eficiente manera de hacer las cosas. Sin embargo, el simple hecho de romper las reglas tampoco nos garantiza el éxito, por lo tanto la pregunta a hacerse es:
¿Cómo hacer una jugada estratégicamente innovadora?
La innovación estratégica va a depender de la naturaleza del sector de negocios, lo que realmente necesita el cliente, la posición competitiva, sus puntos fuertes y débiles. Pero es necesario tener presente que encontrar una nueva idea de hacer las cosas sin la ayuda de una ventaja tecnológica resultara difícil para el éxito.
Hay que lograr ser el número uno y para ello hay que llegar más rápido que los demás. Aún así no hay garantía de tener éxito, es importante además explotar ese nicho de mercado en forma competitiva, para así posicionar una forma innovadora de hacer el negocio. Si reflexionamos sobre la estrategia de las empresas de éxito: Microsoft, 3M, Dell, Ikea, General Electric, Charles Schwab, Sony, Gillette, Nokia, Amazon.com, cada una es de un sector, cada una ofrece un producto/servicio distinto, pero todas tienen algo en común: la innovación.
Es importante destacar que cuando se habla de innovación, no se habla de innovación en un sentido estricto de producto/servicio, sino de innovación en un sentido mucho más amplio que abarca todos los conceptos empresariales: estrategia, procesos, productos/servicios. Es decir, el concepto de innovación va mucho más allá del concepto de desarrollar nuevos productos con casos tan famosos como el Post It de 3M, sino de la innovación en conceptos empresariales. El modelo desarrollado por Gary Hamel en “Liderando la revolución”, comprende cuatro componentes principales:
• Relación con el cliente
• Estrategia clave
• Recursos estratégicos
• Conexiones de valor.
Así, una empresa innovadora es la que redefine total o parcialmente alguno de estos conceptos clave. Ejemplos de innovación en conceptos empresariales, en este caso en “relación con el cliente”, son empresas como Dell, que han encontrado una forma de acercarse más a sus clientes y reduciendo costos redefiniendo la cadena de distribución.
Es importante integrar en la estrategia global de la empresa la gestión de la tecnología. Es decir, la estrategia que permita a la empresa desarrollar, adquirir y asimilar tecnología, incorporarla de forma eficaz a sus nuevos productos, anticiparse a las necesidades de los clientes, ofrecer calidad y dominar los plazos de lanzamiento al mercado. La concepción actual de la actividad innovadora contempla a la empresa como un todo integrado, donde el éxito depende a menudo del grado de integración de las unidades, de la estrecha relación entre la producción, la comercialización, la investigación y el desarrollo, lo que requiere la fusión de lo técnico, lo económico y lo social, en lugar de ser materia exclusiva del impulso tecnológico o la atracción del mercado. La innovación tecnológica se debe analizar bajo un enfoque sistémico, donde interviene la estrategia corporativa con un conjunto de tecnologías interrelacionadas con los factores comerciales. Unido al enfoque sistémico y a la complejidad de la innovación tecnológica se pone además de manifiesto la necesidad de gerenciarla.
La integración de la gestión tecnológica y su carácter estratégico ha sido definida como el proceso orientado a organizar y dirigir los recursos disponibles, tanto humanos como técnicos y económicos, con el objetivo de aumentar la creación de nuevos conocimientos, generar ideas que permitan obtener nuevos productos, procesos y servicios o mejorar los existentes, y transferir esas mismas ideas a las fases de fabricación y comercialización. A partir de esta definición, se puede identificar el conjunto de elementos que se consideran necesarios para que la empresa gestione con eficiencia el proceso de innovación: capital humano, conocimiento, espíritu empresarial, cooperación y cultura innovadora.
Relación innovación tecnológica - cliente
El elemento que debe guiar cualquier movimiento o paso por estas nuevas tecnologías es el cliente. La satisfacción al cliente debe ser lo que marque el camino a la empresa y no al revés. No debemos guiarnos porque creamos que tenemos un producto muy bueno y este tendrá éxito en el mercado, sino cubrir lo que demanda el mercado con nuestra oferta. ¿Cuántas veces se han preguntado cuál es la próxima gran idea y dónde se encuentra? A menudo nos convencemos a nosotros mismos de que la innovación significa tener un as en la manga con el que sorprender al mercado y, por supuesto, a nuestra competencia. Sin embargo, innovar no es en modo alguno sencillo y, menos aún, algo que surja todos los días. La innovación es una característica común en cualquier economía y en cualquier mercado. Las empresas compiten por la innovación constantemente, configuran sus equipos de trabajo y crean las condiciones que permiten que la organización favorezca esa innovación. Pero no es fácil, principalmente porque las ideas innovadoras no surgen espontáneamente, sino que surgen en los momentos más inesperados y en las condiciones más extremas. Por eso mismo, la innovación no se persigue, sino que se alcanza. Requiere equipos de trabajo comprometidos, voluntad empresarial para asumir determinados riesgos y, principalmente, un duro trabajo.
Las empresas que mejor apuestan por la innovación son aquellas que no se centran en buscar las innovaciones, sino en trabajar con consistencia, resolviendo problemas del presente, satisfaciendo necesidades, mejorando los productos y servicios, y poniendo a toda la organización en mutuo equilibro mientras camina por una selva llena de abruptos escarpados, enormes especies arbóreas y lucha como especie por sobrevivir. La mayoría de las veces las innovaciones no son tales hasta que no han satisfecho mayoritariamente necesidades fundamentales. Al fin y al cabo, una verdadera innovación se reconoce cuando nos ayuda en nuestra vida diaria, bien a escala personal o a escala profesional. “Una idea no será nunca una innovación hasta que no esté ampliamente adoptada e incorporada en la vida diaria de las personas”, asegura Art Fry, creador del famoso post-it para 3M Corp. Y, por supuesto, para conseguir este importante paso, se necesita que las personas rompan su miedo original al cambio. El mundo en el que vivimos es puro caos. Las empresas, los trabajadores, los empresarios, la sociedad, las ideas, la información… Por eso, en los momentos más inciertos, donde los mercados se convulsionan y se constriñen, donde las empresas desaparecen y los trabajadores se quedan sin empleo, donde la supervivencia es un ejercicio de malabarismo empresarial, y la velocidad nos hace olvidar las cosas, en ese preciso momento en el que los ánimos se han venido abajo, surgen las ideas más innovadoras. Debemos aprovechar el momento de incertidumbre para innovar, para buscar un camino, para aumentar la confianza de nuestros clientes o los de nuestra competencia. Si somos conscientes de que todo es caos, lograremos entender por qué las cosas que se supone tendrán éxito no lo tienen, y aquellas que están abocadas al fracaso se convierten en éxitos de mercado. No es necesario comprender nada, sino ser creativos.
Innovación disruptiva
Innovación disruptiva es aquella tecnología o innovación que conduce a la aparición de productos y servicios que utilizan preferiblemente una estrategia disruptiva (de disruptivo, 'que produce ruptura brusca') frente a una estrategia sostenible a fin de competir contra una tecnología dominante, buscando una progresiva consolidación en un mercado. Aunque inicialmente el término proviene de la economía, actualmente comienza a tener mucha importancia a la hora de plantear estrategias de desarrollo en los departamentos de I+D de muchas compañías.
El término "tecnología disruptiva" (disruptive technology en inglés) fue acuñado por Clayton M. Christensen y presentado en 1995 con su artículo Disruptive Technologies: Catching the Wave, como coautor junto con Joseph Bower. Describió el término más profundamente en su libro The Innovator's Dilemma, publicado en 1997, con el término «innovación disruptiva», debido a que algunas tecnologías son intrínsecamente disruptivas o sostenibles de por sí.
De manera general, las tecnologías disruptivas pueden clasificarse como tecnologías de bajas prestaciones (en inglés: 'lower-end') y tecnologías de nuevo mercado. Una innovación de nuevo mercado es usualmente lanzada hacia los denominados mercados de no-consumo, donde los clientes comienzan a utilizar un producto o servicio que antes no utilizaban (ej. sistemas GPS), o gracias a la accesibilidad que proporciona la nueva tecnología a usuarios que no tenían acceso a un producto (desarrollo de la producción en cadena en la industria automovilística) o la descentralización de la ubicación de un servicio (por ejemplo, la telefonía fija frente a telefonía móvil).
Las innovaciones tecnologías disruptivas son en su inicio, de bajas prestaciones y se dirigen a aquellos consumidores menos exigentes y con un poder adquisitivo menor. Estos usuarios son menos rentables para las empresas establecidas en un determinado mercado, siendo ignorados en la innovación de nuevos productos más caros. Esto se debe a que la necesidad de crecimiento y aumento de los beneficios de las empresas establecidas a partir de sus productos, y que genera tendencias internas hacia el desarrollo de productos con mayores prestaciones, dirigidos a los consumidores más exigentes, pero que proporcionan mayores márgenes. La tecnología disruptiva es mejorada progresivamente y va ocupando paulatinamente los nichos a los que la tecnología establecida va renunciando, y en ocasiones consigue hacerse con la mayor cuota del mercado y desplazando a la establecida.
Un ejemplo serían los inicios de la fotografía digital, con mucha menos resolución, pero con una gran reducción de los costos de revelado asociados a la fotografía tradicional o un modelo de negocio que hace asequible un producto a una gran cantidad de gente con menor poder adquisitivo (como las tiendas de ropa Zara) o simplemente la utilización de un producto que antes no existía como la invención del Post-it por 3M.
En contrapartida las innovaciones o tecnologías sostenibles son aquellas que se basan en la mejora de las tecnologías existentes. Sin embargo, no se debe confundir este término con el de innovación incremental, ya que las innovaciones o tecnologías sostenibles pueden ser también innovaciones discontinuas.
Innovación y Estrategia organizacional
Por Alberto Levy
La estrategia “madre” de la empresa es cómo ésta decide crear valor económico sostenible y sustentable en el marco de un riesgo aceptable. Varias empresas no sólo buscan crear valor sostenible, que tiene que ver con la capacidad de desarrollo de sus recursos tangibles e intangibles, sino también crear valor sustentable. Crear valor sustentable implica no sólo la búsqueda de valor económico sino también de valor social, ambiental, público y emocional (en su propia gente).
La primera es la decisión de Portafolio, en qué negocios pretende crear valor sostenible, la que hemos denominado “Estrategia Madre” que equivale al concepto de Misión o de Estrategia Corporativa. Esta decisión está íntimamente vinculada con las decisiones de inversión.
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- Productividad
- Posicionamiento
La segunda es la decisión de Estrategia Competitiva, por qué pretende esa empresa ser líder rentable y preferida en cada uno de esos negocios a través de la identificación de aspiraciones, fortalezas, debilidades, amenazas, oportunidades y resultados (AFODAR, no FODA), y las imprescindibles iniciativas de innovación, para hacer lo mejor todavía mejor.
- Innovación para alcanzar aspiraciones,
- Innovación para consolidar fortalezas,
- Innovación para superar debilidades, innovación para neutralizar amenazas,
- Innovación para aprovechar oportunidades,
- Innovación para concretar resultados.
En definitiva, innovación estratégica para liderar el futuro. Lo que buscamos es asegurar que cada negocio disponga de Ventajas Competitivas desde el lado de los Mercados y Capacidades Distintivas desde el lado de los Recursos.
Ejemplifiquemos el concepto de Estrategia Competitiva:
- El de Unique Value Proposition (UVP) o Proposición Única de Valor.
Es la ventaja competitiva diferenciadora prioritaria que se pretende asociar a la marca en la arquitectura mental del cliente.
- La Reason to Believe o “razón de ser creída”.
Es la fundamentación que debe dar credibilidad a esa ventaja comparada con las marcas competitivas.
- La Unique Value Conception (UVC) o Concepción Única de Valor.
Es la capacidad distintiva que la empresa dispone en la configuración de su producto y que no poseen las empresas competidoras.
- La Reason to Conceive o “razón de ser concebida”.
La configuración de los recursos al “construir” el producto o servicio.
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